El solsticio de verano es un concepto astronómico que representa la cosecha, la abundancia y la fertilidad, siempre con el Sol como protagonista y símbolo central.
Este fenómeno es el resultado de la inclinación del eje Norte-Sur de la tierra 23,4 grados hacia el Sol. Esta inclinación hace que cantidades diferentes de luz solar alcancen diferentes regiones del planeta durante la órbita de la Tierra en torno al Sol.
En el solsticio de junio, el Polo Norte se encuentra más inclinado hacia el Sol que durante cualquier otro día del año.
Esto significa que, en el solsticio de junio, el hemisferio Norte vive el día más largo y la noche más corta del año. En el hemisferio Sur ocurre lo opuesto: junio trae el solsticio de invierno y el día más corto del año.
En el hemisferio norte, el solsticio de verano se presenta entre el 20 y el 22 de junio. Este año se dará el día 21 a las 11:14 horas según el Instituto Geográfico Nacional, momento en el que se acabará la primavera y comenzará la nueva estación, que durará hasta el 23 de septiembre. Así, a partir de esta madrugada comenzará la estación más larga del año.
Creencias
Una creencia popular errónea es que durante el verano —y especialmente durante el solsticio de verano— la Tierra está más cerca del Sol que durante otras épocas del año. En realidad, la inclinación de la Tierra influye más en las estaciones que la distancia de nuestro planeta al Sol.
Antiguos egipcios: construyeron las grandes pirámides de forma que el Sol, visto desde la esfinge, se situase exactamente entre dos de las pirámides en el solsticio de verano.
Cultura inca: celebraba su correspondiente solsticio de invierno con una ceremonia llamada Inti Raymi, que incluía ofrendas de comida y sacrificios de animales e incluso de personas.
El monumento de Stonehenge en Reino Unido ha sido asociado con los solsticios de verano e invierno durante más de 5 000 años. Los observadores en el centro de estas piedras pueden contemplar el amanecer del solsticio de verano sobre Heel Stone, que se encuentra justo en el exterior del círculo principal de Stonehenge.
España: el fuego es el protagonista en el solsticio de verano. Especialmente en el Mediterráneo, se celebra la noche de San Juan, cuando se encienden hogueras en las playas y se convierten en un elemento purificador que “quema todo lo viejo”.
Irlanda y Reino Unido: Durante muchos siglos, duendes, hadas, unicornios, demonios y un sinfín de seres fantásticos fueron los protagonistas de las celebraciones del solsticio de verano en Gran Bretaña, pero el cristianismo puso fin a este tipo de festejos debido a la naturaleza de estas criaturas. Pero la visita al Stonehenge todavía perdura: se trata de un lugar místico donde cada año acuden miles de personas para contemplar cómo el sol se alinea exactamente con uno de los círculos de las rocas.
Suecia: Al ser un país nórdico, Suecia celebra el verano por todo lo alto, después de vivir unos meses con poca luz solar. Se bailan danzas tradicionales, se cocinan platos típicos de la gastronomía sueca y se cuentan historias relacionadas con el solsticio durante cinco días.
Grecia: se celebra un rito llamado Klidonas, en el que las mujeres locales recogen agua marina en un recipiente y colocan una pertenencia personal en él bajo una higuera durante la noche.
Antigua Grecia: el solsticio de junio conmemoraba la Edad Dorada de Kronos, un día en el que desaparecían las jerarquías, no se tenía que trabajar y todos se consideraban iguales. En la actualidad, la noche más corta se celebra ascendiendo al Monte Olimpo para disfrutar del amanecer.
Cultura Maya: dejó imponentes construcciones de piedra que se levantaban siguiendo la armonía de los astros. Muchos habitantes de la zona se desplazan durante la tarde del día más largo del año hasta la ciudad maya de Chiche Itzá, en la península del Yucatán, para disfrutar del espectáculo de su pirámide central. El sol baña una de sus partes mientras que el otro se queda sumido totalmente en la penumbra.
China: La filosofía china tiene muy arraigada la necesidad de los opuestos; la feminidad y lo masculino, el yin y el yang, el verano y el invierno. Por este motivo, el día más largo del año es la ocasión para festejar a las mujeres, que durante esta jornada se regalan abanicos de colores llamativos y frascos con perfumes aromáticos. En Shandong y Pekín es tradición comer ‘noodles’ para atraer la buena suerte durante los meses de verano.