Una nueva muerte se registró en el Hospital Regional de Petróleos Mexicanos a causa del lote de Heparina Sódica contaminada que se suministró a pacientes en tratamiento de hemodiálisis el pasado jueves 27 de febrero.

Se trata de la señora Marina Sánchez González de 49 años, que se encontraba en terapia intensiva desde el viernes 28 de febrero a causa de las complicaciones que le ocasionó el medicamento en mal estado. 

Su esposo, Inocente Hernández Sánchez, trabajador con 32 años de antigüedad, confirmó el deceso de su cónyugue y pidió al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador revisar este caso y hacer justicia. 

Destacó que él mismo le compró la dosis que necesitaba su esposa, pero aquel día se le informó que no se usó la que él llevó sino otra que al final se confirmó que estaba contaminada con la bacteria Klebsiella spp.

Entre lágrimas, el hombre anunció que demandará a la dirección del nosocomio y a quienes resulten responsables, pues considera que esto es un tema de negligencia.