La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés) participó en la captura en México del narcotraficante Rafael Caro Quintero, considerado el fugitivo más buscado por la agencia estadounidense.

El 11 de julio Andrés Manuel López Obrador recordó que promulgó en 2020 una reforma a la Ley de Seguridad Nacional para restringir la presencia de los agentes de la DEA y otros órganos de seguridad.

López Obrador reconoció que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, “es muy respetuoso”, por lo que los agentes estadounidenses aún participan en acciones de seguridad, pero sin dirigir ellos la inteligencia y la operación.

La legislación se aprobó tras la detención en Estados Unidos del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, por una investigación de la DEA.

En ese momento, México expresó su malestar por no haber sido notificado del operativo contra Cienfuegos, quien fue detenido en octubre de 2020 en Los Ángeles por presuntos vínculos con el narcotráfico.

Sin embargo, Estados Unidos retiró poco después los cargos contra el militar y lo envió de vuelta a México.

En otro momento, el Mandatario ha citado que en un nuevo libro de memorias, William Barr, fiscal general del Gobierno de Donald Trump, reconoció que ellos desconocían la detención de Cienfuegos, entregado poco después a México, donde fue liberado, tras la presión de López Obrador.

Además, México y Estados Unidos presentaron un plan de acción de seguridad en el marco de lo que el gobierno mexicano llamó una “nueva relación entre iguales”.

El plan contempla varias acciones para “prevenir los delitos transfronterizos y perseguir las redes criminales”, según dijo en su momento el canciller mexicano Marcelo Ebrard.

También, el gobierno de México disolvió hace más de un año una unidad antinarcóticos que entrenó la DEA para combatir al crimen organizado debido a que estaba infiltrada por criminales, dijo el 21 de abril el presidente López Obrador.

López Obrador añadió que pese a la disolución del grupo, su gobierno mantiene cooperación “con organismos internacionales encargados de seguridad”, pero que pide que se respete la soberanía de México. La agencia Reuters había reportado la desaparición del grupo, creado en 1997, y que trabajó en casos como la captura en 2016 del entonces líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Este sábado, tras la captura de Caro Quintero, la agencia Associated Press mencionó que si bien la motivación de Estados Unidos para encontrar a Caro Quintero nunca estuvo en duda —ofrecía 20 millones de dólares en recompensa por información que condujera a su captura— había menos certeza sobre el compromiso del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien dejó en claro su desinterés en procesar al capo.

Sin embargo, el viernes, tres días después de que López Obrador y el presidente Joe Biden se reunieran en la Casa Blanca, el objetivo más buscado de la DEA estaba bajo custodia mexicana.

La Fiscalía General de la República de México dijo en un comunicado el viernes por la noche que Caro Quintero fue arrestado para ser extraditado a Estados Unidos y que estaría recluido en la prisión de máxima seguridad del Altiplano, a unos 80 kilómetros (50 millas) al oeste de Ciudad de México.