En la costa central de Perú ocurrió un derrame de petróleo luego de que un buque que abastecía a la refinería La Palmilla fuera golpeado por las olas provocadas por la erupción del volcán submarino en Tonga.

Se trata del peor desastre ecológico ocurrido en Lima en los últimos tiempos, pues ha ocasionado la muerte de decenas de animales ya que al menos seis mil galones se derramaron en la provincia de Callao.

Debido a esto las autoridades cerraron tres playas afectadas y además se informó la muerte de dos mujeres que se ahogaron a causa del “oleaje anómalo”.

Según información difundida por la BBC, funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores pidieron a la compañía que administra la refinería, la española Rapsol, que pague una compensación por los daños.

Las autoridades dicen que la fuga dañó unos 18.000 kilómetros cuadrados de zonas protegidas que contienen una variedad de plantas y animales.

Por su parte, la directora de comunicaciones de la compañía, Tine Van Den Wall Bake, negó que fuesen responsables de la fuga el miércoles durante una entrevista. Dijo, además, que el derrame fue “limitado”.

“Nosotros no causamos este desastre ecológico”, sostuvo en la cadena de radio peruana RPP.

La fiscalía peruana anunció que comenzará una investigación sobre el papel de Repsol en el incidente.

Por su parte, el Ministerio de Medio Ambiente indicó que el gigante energético español podría enfrentar multas de más de US$34,5 millones.

El gobierno dio un plazo de diez días a la empresa para recoger el crudo.