“El prestigio cultural que identifica a Mérida no sería posible si no existieran meridanas y meridanos que dedican su vida al arte, a la formación de artistas y la promoción cultural, lo que contribuye a formar una sociedad culta, ávida de conocer las propuestas culturales y todo esto ha hecho durante seis décadas la maestra Bertha de la Peña Casares, cuya trayectoria hoy tenemos el orgullo de reconocer”, afirmó el alcalde Mauricio Vila Dosal al hacer entrega de la presea.

En sesión solemne de Cabildo, que se realizó en el auditorio “Silvio Zavala Vallado” del Centro Cultural “Olimpo”, el concejal recordó que la preservación, el desarrollo y la difusión del patrimonio cultural tangible e intangible del municipio es tarea primordial para el Ayuntamiento.

Afirmó que lo anterior requiere promover la participación de los ciudadanos, por una parte, y por otra reconocer públicamente las aportaciones que distinguidas ciudadanas y ciudadanos han realizado a la cultura y al arte.

—El nombre del auditorio en el que nos encontramos y de la presea que hoy entregamos es un homenaje permanente, merecido y justo, a este destacado historiador, académico, literato y diplomático humanista Silvio Zavala, nacido en nuestra Ciudad Blanca —dijo.

Señaló que la medalla es también un reconocimiento que la ciudad ofrece a quienes han hecho del arte y la cultura una forma de vida o que construyen un legado cultural que sienta las bases para una mejor sociedad y una mejor convivencia social.

Mauricio Vila enfatizó que la recipiendaria de este año ha dedicado su vida a enaltecer la cultura y poner en alto el nombre de Mérida.

—Nadie mejor que ella para ser la primera mujer meridana en recibir la medalla “Silvio Zavala Vallado” —puntualizó—; representa el reconocimiento a su persona y a su arte, pero también en esta distinción se refleja el reconocimiento a todas las meridanas que con su trabajo, inteligencia y afecto hacen posible que Mérida sea el mejor lugar para vivir y cuidar de nuestras familias.

Aseveró que la galardonada es poseedora de un talento admirable y un espíritu inquebrantable, pues no ha detenido su labor, aún en tiempos de dificultad.

—Si alguien puede hablarnos de fortaleza, perseverancia y pasión por lo que se hace es la maestra Bertha de la Peña —prosiguió—. Orgullosos, sus familiares nos comentaron desde muy niña y después de ver con su madre la película “Las zapatillas rojas”, Bertha de la peña supo que su vida era el ballet y desde entonces nada la detuvo.

Relató que los 14 años ya alternaba como maestra en su academia ubicada en los altos del teatro Peón Contreras y como estudiante de la escuela de ballet de Alicia Alonzo, en La Habana.

También dijo que con su nivel de compromiso y excelencia, la homenajeada ha promovido la vocación cultural de Mérida tanto nacional como internacionalmente.

 

—Y es que decir Mérida es decir cultura, del mismo modo que decir Bertha de la Peña es decir ballet de excelencia —puntualizó—. Su nombre y su arte son parte del patrimonio cultural, tangible e intangible, de nuestra ciudad.

El alcalde reconoció el talento, la preparación permanente, el esfuerzo cotidiano, la innovación y la pasión por su labor que han distinguido siempre a la maestra De la Peña.

—Innumerables generaciones han encontrado en la maestra De la peña inspiración, sabiduría y guía para su preparación.

Comentó que el emblema de la academia de la maestra homenajeada es “bailar disfrutando” y a sus alumnas, que la califican como la mujer más tenaz que han conocido, además de técnica, les ha enseñado a disfrutar el arte.

—Además de la danza le han aprendido sus pasos como mujer —añadió—. Para su fuerza de voluntad no existen límites ni obstáculos.

El alcalde señaló que los conocedores hablan de la excelencia de Bertha de la Peña, pues le importa mucho la estética, pero también generar sentimientos al público.

—Imparable aún en la adversidad, su pasión, además del ballet, son sus hijos —enfatizó—. El amor por lo que hace se refleja en que todos los días, invariablemente, desde temprano está en la barra de su estudio haciendo sus propios ejercicios y luego dedicándose a la enseñanza.

Por todo lo anterior, continuó, es un honor reconocer a una meridana que ha hecho y sigue haciendo historia en su vocación y profesión.

—Para Mérida, nuestra Ciudad Blanca, personajes y acciones de este tipo es lo que nos hace sentir orgullosamente “meridanos” —aseveró.

En su mensaje, la maestra De la Peña externó su agradecimiento al Ayuntamiento de Mérida por otorgarle la oportunidad de recibir este reconocimiento que por primera vez se otorga a una mujer.

-Agradezco a todos los que intervinieron en este reconocimiento, dicen que uno no es profeta en su tierra, pero creo que si lo somos. Quiero hacer un verdadero agradecimiento a este Ayuntamiento que me ha dado la oportunidad de ser la mujer más feliz del mundo y de ser la primera mujer que recibe este nombramiento- subrayó.

En la sesión solemne la regidora Diana Herrera Anduze leyó una semblanza de Don Silvio Zavala Vallado. La presentación de la recipiendaria estuvo a cargo del regidor Arturo Sabido Góngora.

 

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