Greenpeace México se dio cita hoy temprano para colocar un salvavidas gigante en el Tramo Cinco del Tren Maya, donde a pesar de la prohibición de las autoridades judiciales, sigue la deforestación por lo que exigió la suspensión de las obras.

En el inflable se lee un S.O.S. acompañado del mensaje “Protejamos la selva maya”, demanda que iniciaron el 28 de marzo pasado con una manifestaron pacíficamente en el tramo cinco, para exigir que se detuvieran las obras al no tener la Manifestación de Impacto Ambiental Regional, que de acuerdo con la ley es necesario para cualquier obra o proyecto de infraestructura.

Desde el pasado jueves, organizaciones, personas vecinas y activistas, denunciaron que las obras se reanudaron en algunos puntos del tramo cinco a pesar de las suspensiones. Greenpeace investigó en campo y constató las denuncias hechas anteriormente: hay maquinaria operando.

Esto significa que Fonatur no cumplió desde el inicio de la obra y sigue sin cumplir, ya que aún no concluyen los procesos judiciales que se deben seguir tras las suspensiones.

Greenpeace y otras organizaciones señalaron que la construcción del Tramo 5 devasta el ecosistema, y afecta la biodiversidad de manera irreversible a través de la deforestación, la pérdida de hábitat, la fragmentación del ecosistema y el desplazamiento de especies de flora y fauna en peligro (especies incluidas en la NOM-059).

También ocasiona un impacto negativo en este acuífero de importancia global, siendo el sistema de cuevas inundadas y semi inundadas más grande del mundo y que impactará en la disponibilidad de agua en la región.

Greenpeace señala que Ecosistemas como estos deben conservarse, reconocer los saberes de los pueblos originarios, custodios de los territorios, de la riqueza natural y cultural del país, y subraya que salvaguardar el agua y la biodiversidad en la región es muy importante para el futuro y la calidad de vida de los habitantes de la Península de Yucatán.