En el retraso de las operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se ha identificado algunas resistencias de quienes operan la terminal, que es una especie de boicot, aseguró hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Me están echando la culpa a mi del tiempo que tardan los pasajeros por los cambios que se están llevando a cabo. Viene de arriba”.

Durante su conferencia de prensa, sostuvo que estas prácticas para generar inconformidad entre usuarios se asocia a quienes forman parte del grupo que planeaba grandes negocios en el proyecto del aeropuerto de Texcoco.

“Se quedaron molestísimos ellos, sus voceros, achichincles y sus servidores del conservadurismo. Quieren que nos salgan mal las cosas. Hay una campaña echándonos la culpa de que si hay saturación, si no se atiende pronto a los pasajeros, si se les mantiene una o dos horas, es culpa del gobierno”.

López Obrador hizo una larga intervención en torno a espacios donde se han detectado prácticas de corrupción, resistencias del pasado a limpiar la operación de algunos organismos como Caminos y Puentes Federales o en las aduanas que hay en el país. Aseveró que en este último caso, es un tema fundamental porque nada más por esta vía ingresan a las arcas públicas un billón de pesos al año.

Subrayó que se detectaron irregularidades importantes ahora que se trasladó su administración a las secretarías de la Defensa Nacional y a Marina. Detalló que desde que llegó este gobierno revisaron el funcionamiento de los equipos supuestamente de alta tecnología que se adquirieron a precios muy elevados, además de que su operación estaba concesionada con contratos de 2 mil o 3 mil millones de pesos.

Se les sugirió que redujeran el costo del contrato, al punto que se estableció hasta 300 millones de pesos, “lo que querían era tener control porque se decidía cuándo se ponía en verde y pasaba todo. No les importaba cobrar por el servicio si cobraban por lo otro”.

En el caso de Capufe, dijo que cuando llegaron estaban tomadas muchas casetas en el país, “todas las de Sinaloa, todas las de Nayarit” y cobraban por el cruce de vehículos, hasta que se determinó que no se admitirán esas prácticas porque de esos recursos se financian los programas sociales.

Explicó que tanto en aduanas como en Capufe, eran espacios para designar a amigos y allegados porque se sabía que era para robar, pero los gobernadores decían esto me corresponde.