El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, volvió a alertar hoy del riesgo de desintegrar el proyecto europeo ante la decisión de varios países de restablecer controles fronterizos para frenar el flujo migratorio.

“Hoy reintroducimos alegremente los controles en las fronteras, mañana nos daremos cuenta de que ello tiene un coste económico considerable y pasado nos preguntaremos para qué una moneda única si no hay libertad de movimiento”, argumentó en un discurso ante el pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo (Francia).

El líder del Ejecutivo sostuvo que los 28 Estados miembros de la UE disponen de “importantes y variados instrumentos” para responder a la actual crisis migratoria sin tener que recurrir al cierre de fronteras.

Entre ellos, destacó su propuesta de dotar la Unión Europea de un cuerpo de guardia costera y de fronteras para vigilar los límites externos de la mancomunidad.

Según Bruselas, siete países miembros del espacio de libre circulación Schengen han instaurado recientemente algún tipo de control temporario en sus fronteras: Austria, Alemania, Suecia, Francia, Malta, Dinamarca y Noruega.

Juncker ya había criticado la decisión la semana pasada, cuando también advirtió que el fin de Schengen ocasionaría una pérdida de unos tres mil millones de euros a la Unión Europea.

En su opinión, la crisis de refugiados puso en evidencia las diferentes realidades en los 28 Estados miembros, “a menudo diametralmente opuestas”.

También el comisario europeo de migración, Dimitris Avramopoulos, criticó la actitud de los países europeos en un discurso paralelo ante la Eurocámara.

“No basta tomar decisiones. Todos los países miembros deben hacer su parte y mostrar más solidaridad”, dijo tras admitir que la estrategia europea ante la crisis migratoria “no ha dado los resultados esperados”.

Un ejemplo es el compromiso de los 28 Estados miembros de repartirse 160 mil refugiados ubicados en Grecia e Italia: hasta el momento, sólo 272 fueron transferidos a otros países.

Avramopoulos señaló que el flujo de migrantes clandestinos no ralentizó este año con la llegada del invierno y entre tres mil y cuatro mil personas entraron diariamente en Grecia de manera ilegal en el período de Navidad y Nochevieja.

“La situación está empeorando. Nos encontramos en un momento crítico, en el que nuestra unidad está en juego”, aseveró.

Por su parte, el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, estimó que el “repliegue nacionalista” está alcanzando “dimensiones inquietantes” en algunos países en consecuencia de la llegada masiva de candidatos al asilo.

Bettel compareció ante la Eurocámara para hacer un balance del ejercicio de su país frente a la presidencia semestral de la UE, hasta el 31 de diciembre.

Fuente: Notimex/doh/Foto: archivo