Por el consumismo que se vivía hasta hace algunos días, dado que todo mundo estaba acostumbrado a una rutina, pero a raíz de la pandemia del coronavirus, muchas cosas cambiaron y el ser humano se resiste a este cambio.

Lo anterior lo manifestó el Padre Roberto Valencia, párroco de la Parroquia Universitaria San Marcos, durante la “Conversación espiritual, orando en tiempos de crisis”, que trasmitirá todos los días a las 12 del día a través de Facebook, donde también rezará el Angelus.

Señaló que esta pandemia será pasajera, pero mientras, es momento de permanecer en casa, para combatir este virus, en tanto se encuentra una cura y también, dijo, se puede aprovechar la oportunidad para estar en familia y orar a Dios y cuidándonos unos a otros.

“Este cambio, a muchas personas no les gusta y les cuesta mucho trabajo, por eso comprendemos también, que de pronto en la calle, a gente que sale a hacer compras de pánico, la gente que aún no ha comprendido la magnitud del problema, de lo que se nos viene encima y desafían a la naturaleza, desafían a la historia y desafían a Dios”, expresó.

Tras reflexionar el Capítulo 3 del Libro del Eclesiastés, el religioso comentó que hay un momento para todo, pero por ahora, hay que dejar a un lado los abrazos y subrayó, que este es un tiempo para curar, no para matar, por ello sostuvo, que quienes se adapten al cambio, podrán sobrevivir.

“Hay que discernir qué es lo que la naturaleza nos está pidiendo, sobrevivimos siempre los que nos adaptamos al cambio, no los más inteligentes, no los más fuertes, ni los que tienen más riquezas, sino los que saben adaptarse al cambio, al menos, esa es la teoría evolutiva”, sostuvo.

Por último, llamó a la ciudadanía a no desesperarse y no dejarse invadir por el miedo, durante este cuarentena, al señalar que a través de este virus, Dios está pidiendo ayuda para construir una nueva sociedad, que no estaba haciendo las cosas bien, puesto que llegó a pensar que podía controlar la vida y la muerte, sin embargo, refirió que el COVID-19 tiene de rodillas a príncipes, gobernantes, artistas y obispos.