Mérida, Yucatán.- Para Rosario Marín haber obtenido en una evaluación 27 puntos, sobre 100 en su prueba de coeficiente intelectual de la High School en los Estados Unidos, significó un reto para demostrar que era más que una simple calificación, pues tres años después concluyó con honores ese nivel escolar.

Esa prueba demostró el carácter de Rosario Marín, quien sería la 41 secretaria del Tesoro de los Estados Unidos de Norteamérica y la primera inmigrante mexicana en ocupar ese cargo, durante la administración de George W. Bush.

Incluida en la gran lista de mujeres poderosas e influyentes del mundo, Rosario Marín durante su conferencia “Mujer de éxito”, que impartió en el Gran Museo del Mundo Maya, se descubre de sus logros profesionales para mostrar su interior, con fortalezas y debilidades.

 “Todas y cada una tenemos una historia y debe de reconocerse, hemos de ser cada una de nosotras que lo hagamos patente con nuestro ejemplo, razonamiento, entusiasmo y compromiso”, asentó ante un público compuesto por hombres y en su gran mayoría mujeres.

Cada persona en este mundo tiene un deber que cumplir, el cual se debe desempeñar de la mejor forma posible,

Tocando cada una de las fibras más sensibles de los asistentes, Rosario Marín recordó los motivos por los cuáles su familia tuvo que emigrar de manera legal a Estados Unidos, cuando ella tenía 14 años de edad y la ilusión de festejar sus 15 años como en los cuentos de princesas.

Por ello, Rosario Marín trató de convencer a su madre de quedarse en México a vivir con su abuela, pero esta le prometió regresar para el festejo tan esperado. Y así fue al año siguiente ya estábamos de vuelta para la fiesta, que no fue en el castillo ni con el vestido que soñé, fue en el patio de la casa y con un ramo confeccionado en el último momento por mi madre, relató

“La vida no es justa ni injusta. La vida es y así pasa”, refirió cuando expuso que por ser mujer su madre le informó que después de la High Scholl tendría que trabajar para ayudar a la casa, porque no necesitaba seguir estudiando porque era mujer y algún día se casaría.

Y una vez se impuso una meta: Trabajar para apoyar a sus padres y estudiar de noche.

Su determinación por aprender y superarse la llevó a subir de peldaño en peldaño, desde su primer trabajo operativo en un banco, hasta la primera esfera de la función pública en Norteamérica, así como a otras posiciones que le dieron la oportunidad de abogar por leyes más justas a favor de los infantes con discapacidad en California.

Durante su vida, Rosario Marín ocupó puestos clave en el sistema bancario de Beverly Hills, fue concejal y posteriormente alcaldesa de Huntington Park, y secretaria de la Agencia de Servicios al Estado y Consumidor de California.

Con su historia Rosario Marín motivó a las mujeres a vivir el éxito en el deber que les toca desempeñar en esta vida. “Estoy segura que mi madre cumplió su deber, pues dio lo mejor de ella para educar a sus hijos”.

“Yo nunca me di cuenta que éramos pobres, hasta que llegamos a Estado Unidos, por la exquisitez con que mi madre nos hablaba, pues nos decía: Hoy les preparé una sopa a la francesa, que era simplemente sopa de tortillas”.

Rosario Marín compartió con la audiencia tres aspectos de su filosofía de vida, los cuales considera que la han llevado al éxito.

“Siempre haz lo correcto, así sea a puerta cerrada, aunque no sea lo más popular, aunque te apunten y señalen. Siempre da lo mejor de ti, aún sea en las cosas más pequeñas, porque si lo más pequeño lo haces bien, lo más grande también lo harás bien. Trata a la gente como quieres que traten a los seres que amas”, acentuó