Rusia anunció la decisión de reducir “de manera cardinal” la actividad militar en torno a la capital de Ucrania, Kiev, y la asediada ciudad septentrional de Chernígov tras las negociaciones celebradas en Estambul con la delegación ucraniana.

Indicó que Rusia da este paso al constatar que las negociaciones sobre “la neutralidad y el estatus no nuclear”, además de la concesión a Ucrania de “garantías de seguridad” han entrado “en un plano práctico”.

Fomin expresó su confianza en que “en Kiev se tomen las correspondientes decisiones y se creen las condiciones” para proseguir las negociaciones.

Señaló que el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia informará al presidente ruso, Vladímir Putin, a su regreso a Moscú.

Por su parte, el jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski, aludió por primera vez a la posibilidad de un “tratado” entre Moscú y Kiev después de unas negociaciones que describió como “constructivas”, y destacó la voluntad de Moscú de dar “dos pasos para la desescalada del conflicto”, uno militar y otro político.

Medinski matizó que la firma de dicho tratado “no será un asunto sencillo”, ya que la reunión donde se consuma “posiblemente” tendrá que incluir no sólo a Rusia y Ucrania, sino también a los “países garantes de la paz y seguridad en Ucrania”.

El jefe negociador ruso indicó que las propuestas ucranianas incluyen la renuncia de Kiev a su propósito de ingresar en la OTAN y el compromiso de Ucrania de neutralidad permanente, de ser un país libre de armas nucleares y no emplazar ningún tipo de armas de destrucción masiva ni tampoco tropas extranjeras.