Más de 15 calles y avenidas prin­cipales de la colonia Centro, en el corazón económico de la capital del Estado, repitieron la desgra­cia de las inundaciones que, hace apenas un mes habían superado, impactando nuevamente a más de un millar de comercios que operan en esta zona.

A decir de las autoridades estatales, el pronóstico de llu­vias fue superado y las anega­ciones se complicaron por los problemas de drenaje y basu­ra, además de que el acumula­do de agua fue mayor al de los frentes fríos 4 y 5, al superar los 552 milímetros en tan só­lo 24 horas.

Más de 12 cuadras a la redon­da sufrieron anegaciones, des­de Ruiz Cortines, hasta la ave­nida Gregorio Méndez y desde Manuel Gil y Sáenz hasta Euse­bio Castillo, algunas de las ca­lles y avenidas principales de la ciudad como la 2 de abril, Gil y Sáenz, Francisco Javier Mina, Lino Merino, Bastar Zozaya y Lamberto Castellanos fueron de las más afectadas.

La inundación de estas ca­lles, provocaron un caos vehicu­lar en el cruce de Ruiz Cortines y Francisco Javier Mina, debido a que las vialidades eran intran­sitables y algunas de ellas en su parte más honda, el agua supe­raba el metro y medio de altura.

La inundación tomó por sorpresa a muchos comercian­tes y fueron pocos los que real­mente lograron tomar medi­das para el resguardo de sus bienes, por la mañana, cien­tos de trabajadores trataban a marchas forzadas de poner a salvo lo más que podían.

María Esther Hernández Pé­rez, propietaria del restauran­te el Ave Fénix, expresó que “A muchos se les hace fácil ir a pro­testar, cerrar una calle para que les den 10 mil pesos, pero a los comerciantes, ni nos voltean a ver, no recibimos ningún apo­yo y ni siquiera los 10 mil pesos, que no nos sirven para reponer ni un enfriador, nosotros segui­mos pagando, luz, impuestos, proveedores, nómina y al día de hoy no podemos trabajar por las inundaciones”, expresó.

Este temporal dañó a más de mil locales comerciales, entre ellos un centro comercial, una plaza, además de dos termina­les de autobuses, el ADO y Car­desa, que tuvieron que suspen­der operaciones ante las severas anegaciones, de igual forma se vieron afectadas tres escuelas, dos hoteles y un hospital.