Flamboyanes, Progreso, Yucatán a 31 de agosto de 2016.- La intervención comunitaria que inició hace un año la Asociación de Agentes Aduanales de Yucatán, con el apoyo de la Fundación del Empresariado Yucateco, ha comenzado a rendir frutos en la comunidad de Flamboyanes, lo cuál es visible en la actitud de los niños y adolescentes y en general en sus pobladores.

En la entrega simbólica de un cheque por la cantidad de 200 mil pesos que servirá para mejorar las instalaciones del Centro, la presidenta nacional de la Fundación de Agentes Aduanales para la Asistencia Infantil A.C. (CAAREM), Eva Paola Rechy Muñoz, reconoció el esfuerzo y los resultados obtenidos en tan sólo 12 meses, cuando metodológicamente los impactos son visibles en cinco años.

Rechy Muñoz destacó que el hecho de que los niños de Flamboyanes prefieran estar en el Centro Esperanza, y no en la calle, habla de los resultados de haber sembrado bien la semilla del cambio en la comunidad.

Destacó que cuando recibieron el diagnóstico del “Intervención Comunitaria Participativa e Integral en Campestre Flamboyanes, Progreso, Yucatán” les llamó la atención la desintegración e indiferencia de los pobladores hacia los demás integrantes de la comunidad, lo que motivó a la Fundación CAAREM a impulsar este proceso de trabajo.

Por su parte, el presidente de la Fundación del Empresariado Yucateco, Guillermo Mendicuti Loría, destacó que la intervención comunitaria en Flamboyanes se realizó a partir de un estudio participativo comunitario integral, en el que se identificaron las capacidades de la población y las necesidades por las que atraviesan.

Asimismo, informó que Flamboyanes es una comunidad en la que viven 7 mil 200 personas, a pesar de que el INEGI reporta poco más de 4 mil.

“El dinero que hoy entregan al Centro Esperanza, no es una gota suelta en el desierto, es un abono a la comunidad para salir adelante”, expresó.

 

Recuperación del tejido social

En su intervención, el Presidente de la Asociación de Agentes Aduanales de Yucatán, Javier Villanueva Pérez Abreu, enfatizó que para el desarrollo del proyecto, fue de suma importancia fortalecer los lazos de convivencia con el entorno comunitario.

“Trabajamos en recuperar el tejido social de la comunidad, si logramos eso, lograremos también recuperar el tejido productivo y eso implica que la gente tenga una vida de calidad” abundó.

Los detalles del desarrollo del proyecto, estuvieron a cargo de Renata Barrionuevo, quién explicó que del total de pobladores de Flamboyanes, 2 mil 161 son niños menores de 11 años, mil 698 son de 12 a 24 años de edad, 2 mil 629 tienen de 25 a 64 años y 232 son adultos mayores de 65 años y más.

Según informó, de cada 100 niños, 50 se quedan fuera de la escuela por falta de capacidad de las instituciones educativas. Adicionalmente la comunidad solo tiene un médico de lunes a viernes en un horario de las 7 hasta el mediodía.

El diagnóstico levantado, evidenció también la carencia alimentaria que viven las familias, que en su mayoría son de otros estados del país. Asimismo, la existencia de bandas delictivas plenamente identificadas.

A partir del diagnóstico y a un año de distancia, dijo, se realizaron innumerables acciones en materia educativa, de valores sociales, culturales, educativos, deportivos, incluso se realizaron actividades que nunca en la historia de Flamboyanes se habían realizado, como el festejo de su aniversario.

Destacó que los eventos como carnaval, el desfile del Día de la Independencia, Janal Pixán, se han realizado en total tranquilidad y sobre todo, ha sido incluida gente de la propia comunidad en la organización de los mismos, lo cuál les ha generado el sentido de pertenencia.

“Estamos en una comunidad en donde vive gente originaria de todo el país, en ese sentido organizamos actividades que los hagan primero sentirse orgullosos de ser mexicanos y a partir de ahí, que se sientan orgullosos de vivir en Flamboyanes, concluyó.

En la entrega del apoyo al Centro Esperanza Flamboyanes, asistieron autoridades municipales, así como la delegada del CONAFE, Jessica Saidén Quiroz, quién otorgará libros en donativo para apoyar la educación y formación de los más de 50 niños que acuden al Centro.

Teresa Chan