El estímulo fiscal que da la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para suavizar los precios de la gasolina y el diésel, representaron un costo al erario público por 67,000 millones de pesos en 2017, indicó Juan Rebolledo, titular de la unidad de política de ingresos tributarios de la dependencia.

Al exponer el reporte de finanzas y deuda pública del 2017, aseguró que este costo no significó un impacto negativo a la recaudación tributaria, la cual registró su primera caída desde 2014 de 0.9%, respecto del 2016.

Recordó que en el 2015 se inició con este proceso de liberación, pasando de un modelo de precio único a un modelo con una banda de precios de máximos y de mínimos en 2016, y para el 2017 se eliminó esta banda de precios, pero con un precio máximo en algunas zonas del país.

Lo anterior lo dijo ante la reducción del 26.4% que se tuvo en los ingresos que se obtienen por el cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en gasolina y el diésel durante 2017 con un total de 216,498 millones de pesos.

Este monto es menor a lo que se aprobó en la Ley de Ingresos de la Federación del 2017 por un total de 284,432.3 millones de pesos, es decir, una diferencia de 67,934 millones de pesos, monto similar a lo que representó el subsidio a los combustibles.

Rebolledo explicó que la caída de 0.9% en los ingresos tributarios se debió por este efecto en la recaudación del IEPS a combustibles.

Fuente: El Economista