Numerosas personalidades de Sudáfrica y del mundo entero rindieron tributo a la lucha incansable y al legado humano del arzobispo emérito sudafricano y premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, fallecido a los 90 años en Ciudad del Cabo (suroeste).

El primero en homenajear públicamente a Tutu fue el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, al anunciar a primera hora la noticia de su muerte.

En un comunicado, Ramaphosa lo describió como un “patriota sin igual” y un “hombre de un intelecto extraordinario” que siempre mantuvo su integridad frente a las fuerzas del sistema de segregación racista del “apartheid”.

“La muerte del arzobispo emérito Desmond Tutu es otro capítulo de pérdida en el adiós de nuestra nación a una generación de destacados sudafricanos que nos legaron una Sudáfrica liberada”, lamentó el mandatario.

Otras personalidades, instituciones y centenares de ciudadanos anónimos de la nación austral tampoco tardaron en rendir tributo a una figura no solo muy querida, sino considerada la encarnación de la conciencia moral del país.

Entre ellas destacó la Fundación Nelson Mandela, que describió la muerte de Tutu como una pérdida “inconmensurable”.

Varios líderes africanos, como el presidente namibio, Hage Geingob, o su homólogo de Kenia, Uhuru Kenyatta, enviaron también mensajes de pésame y retrataron a Tutu como un “héroe” y un “símbolo de la resistencia frente a la adversidad” y de “optimismo” frente a la “desesperanza”.

Más allá del continente, numerosas personalidades y líderes mundiales también recordaron a Tutu; desde el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, al de Francia, Emmanuel Macron, pasando por el primer ministro británico, Boris Johnson.

“Fue un mentor, un amigo y una brújula moral para mí y para tantos otros (…) Nunca perdió su pícaro sentido del humor ni su voluntad de encontrar humanidad en sus adversarios y Michelle y yo le echaremos de menos”, compartió el expresidente estadounidense Barack Obama en su cuenta de Twitter.