Por Ana Madrigal

Al menos medio millón de tabasqueños sigue viviendo en zonas consideradas de alto riesgo a inundaciones, sobre todo en las márgenes de los ríos Grijalva y Samaria, destacó el investigador del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Javier Carrillo Sosa.

El también Coordinador del Área de Riesgos Hidrometeorologicos de la Red del Agua de la UNAM puntualizó que esas zonas son “remanentes” de la contingencia que atravesó la entidad en 2007, pues las obras de protección y acciones que se emprendieron por las autoridades desde ese entonces fueron encaminadas a proteger a Villahermosa.

Carrillo Sosa consideró que las políticas públicas deben enfocarse a dar información a la población vulnerable de tal modo que ante un desastre, tengan tiempo para desplazarse a una zona alta, muevan sus animales y tomen ciertas medidas que forman parte de su cultura de convivencia con el agua.

Así mismo, indicó que las políticas públicas para proteger a esos sectores no tienen porque “politizarse”.

El ex Coordinador Ejecutivo del Plan Hídrico Integral de Tabasco de 2008 a 2012, mencionó que en los últimos 20 años se han presentado sobre la planicie tabasqueña al menos 5 eventos de lluvia extraordinaria que han provocado inundaciones con daños en conjunto de miles de millones de pesos y afectaciones a la vida normal de los habitantes.