No sólo probamos la agilidad de Godzilla en Alemania sino que lo pusimos a prueba.

En Japón, los maestros artesanos reciben el nombre de takumi. Tras años de dedicación y dominio de habilidades, ellos son los únicos autorizados para hacer latir el motor delGT-R.

Cualquiera pensaría que el motor V6 3.8L de 24 válvulas con doble turbo es producido en serie. Nada más lejano a la realidad: cada unidad del Nissan GT-R está creada a manopor un técnico Takumi. De hecho, en la parte delantera del motor hay una placa de aluminio que presume el nombre del maestro que lo ensambló. Ese nivel de precisión y atención al detalle es muestra de la importancia que tiene para la compañía japonesa este veloz y potente modelo.

El GT-R es un auto emocional“, me dice Hiroshi Tamura, jefe especialista de Producto de Nissan GT-R. “Ofrece una experiencia de manejo que acelera el corazón todo el tiempo, en cualquier terreno, para cualquiera que ocupe el lugar del conductor”. Sé que me lo dice por la cara de éxtasis que tengo. No es para menos, acabo de manejar un auto a la mayor velocidad de mi vida, en el circuito de Spa-Francorchamps de Fórmula 1. Pero esta experiencia es la cereza del pastel del evento de lanzamiento mundial del Nissan GT-R, así que contaré la historia en orden… y no todo empezó a 280 kilómetros por hora.

Conectar con las emociones

Hasta hace algunas décadas, Nissan era una marca japonesa que sólo producía vehículos. Excelentes y confiables, sí, pero máquinas al fin y al cabo. En años recientes, por el contrario, su fórmula de éxito llega al corazón. “Tratamos de divertirnos“, asegura Roel de Vries, jefe de Marketing y Estrategia de marca, encargado de reforzar el valor de Nissan en el mundo. La frase “Innovation that excites“—innovación que emociona—, que hemos visto y escuchado una y otra vez, es la base de su estrategia, así que, durante un encuentro en Milán, le pregunto a De Vries su propia definición de emoción. “Para mí, es cuando logras despertar al niño que llevas adentro y lo dejas reaccionar”, dice. Y, en un segundo, todo tiene sentido.

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