Mérida, Yucatán a 29 de agosto de 2016.- A poco más de dos años de que concluya su administración, Rolando Zapata Bello, anunció que enviará una iniciativa al Congreso del Estado para la eliminación del fuero al Gobernador del Estado, a los diputados locales, a los presidentes municipales, a los titulares de la administración pública estatal y a los titulares de los organismos autónomos.
De aprobarse esta iniciativa, los antes mencionados que cometan algún delito penal, podrán ser denunciados y procederse legalmente contra ellos, como cualquier ciudadano.
El anuncio tomo por sorpresa a muchos y las voces no se hicieron esperar. Muchas de ellas, enfocadas a que esa medida la debió tomar al principio de su administración; otras, que para recuperar la confianza ciudadana, se requiere más que eliminar el fuero, un trabajo de fondo, persistente y que la sociedad pueda palpar resultados confiables de sus gobernantes.
-La gente desconfía de todos los gobernantes y de todos los partidos, porque históricamente, muchos funcionarios se han enriquecido a costa del dinero del pueblo, existe una desconfianza generalizada de lo que tenga que ver con el gobierno, la crisis de credibilidad es alarmante, dicen.
Se espera que en los próximos días, den a conocer mecanismos de rendición de cuentas y combate a la corrupción en el actual gobierno a través del Sistema Estatal Anticorrupción.
La iniciativa en cuestión, reformaría el último párrafo del artículo 97 y el primero del artículo 100; también derogaría el párrafo segundo del artículo 100, de la Constitución Política del Estado de Yucatán.
Mensaje íntegro
A continuación, reproducimos el mensaje íntegro del discurso del gobernador Rolando Zapata Bello, al hacer este anuncio desde el Salón de la Historia del Palacio de Gobierno.
Uno de los cimientos más importantes para mi Gobierno, quizá el más importante, es el diálogo. Porque el diálogo democrático y permanente con los ciudadanos, permite conocer las necesidades y aspiraciones reales de la gente y, sobre esa base, tomar las mejores decisiones.
El diálogo nos permite definir metas juntos, tomar decisiones juntos y juntos construir el bienestar. El compromiso con el diálogo implica, sobre todo, una actitud, una forma diferente de hacer las cosas, una nueva ética de servicio, de cercanía y de humildad del servidor público hacia el ciudadano.
Pero hay algo más que el diálogo también nos da. Estar dispuesto a dialogar es asumir el compromiso de rendir cuentas, de ser llamados a cuentas, de transparentar la forma de hacer las cosas.
Quien dialoga está dispuesto a explicar sus razones, a sujetarse al escrutinio público, a siempre respetar la ley y a pensar en el bienestar colectivo por encima de cualquier interés particular.
Yo lo tengo muy claro, el diálogo y el bienestar se necesitan el uno al otro y los dos requieren de un compromiso con la igualdad, con poner fin a privilegios, con derogar normas que dejen en la ciudadanía una percepción inadecuada del ejercicio del poder público.
Por eso, por todo eso, informo a ustedes que el día de hoy 29 de agosto, poco antes del inicio del periodo de sesiones del honorable Congreso local, presentaré ante el Poder Legislativo y ante todos los habitantes de Yucatán, una iniciativa para modificar nuestra Constitución estatal y eliminar de ésta el fuero al Gobernador del Estado, a los diputados locales, a los presidentes municipales, a los titulares de la administración pública estatal y a los titulares de los organismos autónomos.
Esto quiere decir que para proceder legalmente en contra de estos servidores públicos, entre los cuales yo me incluyo, no se requerirá ninguna declaración de procedencia del Congreso.
Si esta iniciativa es aprobada de acuerdo a los procedimientos para una reforma constitucional, de aquí en adelante los servidores públicos y representantes populares que cometan un delito penal podrán ser denunciados y tendrán que responder como cualquier ciudadano ante las autoridades correspondientes.
Los procesos judiciales serán iguales para todos, porque en democracia todos los ciudadanos debemos ser iguales ante la ley.
Únicamente los magistrados del Poder Judicial del Estado, del Tribunal Electoral y del Tribunal de Justicia Administrativa y los consejeros de la Judicatura, mantendrán esa protección de la ley para salvaguardar su independencia jurisdiccional y protegerlos de cualquier interferencia en su labor.
La impartición de justicia y sólo la impartición de justicia, requiere de esa consideración constitucional que blinde la autonomía que todos queremos que mantenga. Debemos eliminar el fuero, para dar un paso en la consolidación de una sociedad democrática y de rendición de cuentas, como aspira Yucatan.
Lo que le sirve a una sociedad democrática es el compromiso irrestricto de los gobernantes y representantes populares con el respeto a la ley, con la honestidad, el combate a la corrupción y el mantener conductas personales dignas, honorables y apagadas a Derecho.
Más importante aún, eliminar el fuero es un primer paso para abrir la puerta a nuevas disposiciones legales de rendición de cuentas y combate a la corrupción que mi Gobierno presentará próximamente.
Es un primer paso para avanzar, de forma irreversible, hacia nuevas instituciones, entre ellas el Sistema estatal Anticorrupción, donde se revalore la genuina vocación de servicio en el sector público, donde lo que mueva a las presentes y futuras generaciones que participen en el ejercicio gubernamental sea el poder para transformar la realidad para bien y no la búsqueda de privilegios a través del poder público.
Hoy presentaré esta iniciativa porque creo que debemos renovar nuestra visión política, porque debemos comprometernos con la política que no es de políticos, sino de ciudadanos que participan en política para servir a su comunidad y al bienestar colectivo, sin privilegios y sin prebendas. Lo hacemos por ésta y por futuras generaciones.
Con esta iniciativa pretendemos levantar un velo de supuesta protección legal que no ayudaba realmente a las instituciones, y sí separaba y sembraba desconfianzas entre el Gobierno y la ciudadanía.
Al mismo tiempo, a los jóvenes, a quienes están pensando en participar en los asuntos públicos, les mandamos un mensaje de renovación, de nueva forma de hacer las cosas, con altura ética y moral.
Quienes verdaderamente buscan transformar a la sociedad y construir un mejor futuro para todos no necesitan de fuero, sino de altura de miras.
Porque el verdadero fuero democrático es el de la autoridad moral, el que viene de un prestigio bien ganado, del honrar los compromisos hechos con la ciudadana y de la buena reputación personal, y el fuero de la altura moral es particularmente importante para mí.
Estamos ya muy cerca de entrar al último tercio de mi mandato, el tercio de mi Gobierno en el que entregaremos más obras estratégicas, concluiremos más proyectos e iniciarán intensos procesos políticos.
Yo quiero entrar a esa parte sustantiva de mi administración renovando los votos de esa sagrada confianza ciudadana que me permitió ser Gobernador y estar gobernando en nombre de todos los yucatecos.
Y la única forma de renovar esa sagrada confianza ciudadana es con la rendición de cuentas, con apertura, con transparencia y con un Gobierno que ha trabajado y seguirá trabajando bien, uno que no manda fueros que establezca distinciones en la ciudadanía.
Yo sé muy bien que el verdadero fuero democrático es el que viene de contribuir al bienestar, el que viene de la igualdad ante la ley y el tomar en cuenta todos los puntos de vista de la ciudadanía.
Así, presento esta iniciativa porque creo en un Gobierno de principios y valores, un Gobierno de los ciudadanos, uno que muestre a las nuevas generaciones una nueva y mejor forma de hacer política.
Por eso, ésta es una iniciativa que Yucatán necesita. Es una iniciativa para dejar expresado en la ley un gran valor democrático y moral: el valor de que el único fuero que es permanente y aceptable, el único que trasciende cargos y periodos, es el fuero de la confianza ciudadana.
Esa, y no otra, es la nueva relación entre Gobierno y ciudadanía que hoy ratifico con esta iniciativa de ley que elimina los fueros en Yucatán, que los elimina por un verdadero compromiso con el diálogo, la democracia y con el bienestar.