Henri Cartier-Bresson nació en Chanteloup, Francia el año 1908 en una familia de clase media. Siendo todavía un niño se sentía atraído por la fotografía. Estudió pintura y literatura en Cambridge, pero hasta 1931 empezó como fotógrafo. Sus primeras experiencias con la fotografía empezaron con una cámara Kodak Box Brownie.

En 1932 adquiere su “maravillosa” Leica: el formato de 35 mm llega asorprenderle y fascinarle. Henri llegó a cubrir de negro las partes niqueladas de su cámara para pasar inadvertido.

Se encontraba muy atraído por imágenes de fotografía de carácter deportivo, publicadas en aquel entonces por revistas francesas y alemanas de los años 30. Fue uno de los padres del fotorreportaje y junto a Robert Capa fue también el cofundador de la agencia Magnum Photos.

Poseía una gran capacidad única para capturar el momento efímero en que la importancia del tema se da a conocer en la forma, el contenido y la expresión. Lo llamó el instante decisivo.

Referente a su técnica jamás recortó los negativos, se positivaban completos, sin encuadrar ni cortar nada. Realizó fotografías en prácticamente todo el mundo y fue el primer fotógrafo en exhibir en el museo del Louvre, en París.

Publicó numerosos libros, es de destacar el publicado en los años 50 titulado “Images a la sauvette” que es todo un legado y compendio del significado, técnica y utilidad fotográfica.

En el año 1974, decide dar un cambio a su carrera como fotógrafo para volver a la pintura, su verdadera vocación desde la infancia. En sus últimos años de vida, creó junto a su mujer la Fundación Henri Cartier-Bresson, en la que recopila toda la obra que realizó en vida.

Henri falleció el 3 de agosto del 2004 a los 95 años de edad.