La Fundación Pies Secos advirtió que parte de las personas fallecidas al interior de la caja de un tractocamión abandonado en San Antonio, Texas, en Estados Unidos quedarán sin ser identificadas porque carecían de identificaciones, portaban credenciales falsas o llevaban una que era la suya.

Ricardo Andrade Cerezo, presidente de la organización que brinda apoyo a migrantes, explicó que el proceso de identificación de restos en el caso de la tragedia de Texas es complicado porque se requiere de diferentes investigaciones, corroborar que las identificaciones que traían les pertenezcan y hablar con los familiares para que reconozcan los cuerpos.

En entrevista para MILENIO Puebla, el empresario poblano destacó la importancia de que los familiares de migrantes que piensan que sus seres queridos podrían estar entre los muertos, mantengan la confianza en las autoridades y esperen hasta que sea corroborada la información. “Una investigación federal es tardada.

El proceso de identificación de cuerpos es complicado. En los cruces ilegales, los migrantes no siempre llevan su verdadera identificación, en muchas ocasiones portan una falsa o llevan la de otra persona.

El fenómeno migratorio es complicado y la mayor parte de quienes intentan cruzar o lograr pasar la frontera de manera ilegal, no dan a conocer su verdadera identidad”, apuntó.

Después de que el cónsul general de México en San Antonio, Texas, Rubén Minutti Zanatta, dio a conocer que se recibieron cerca de 150 textos, correos, llamadas de distintas personas, familiares, conocidos; familiares cercanos, lejanos, para dar a conocer que algún familiar pudo haber viajado en el tractocamión, Andrade Cerezo destacó que se trata de una situación complicada y compleja por las características del propio fenómeno migratorio.

“El Consulado Mexicano en San Antonio está trabajando y ha contactado a familiares para efecto de que se desarrolle el proceso de identificación y los pasos siguientes, que son el contacto con la oficina del forense, las funerarias y la repatriación de restos”, explicó Andrade Cerezo.

La noche del lunes 27 de junio, de acuerdo con medios locales norteamericanos, un empleado de la ciudad de San Antonio escuchó una llamada de auxilio cerca de una carretera donde estaba trabajando y abrió la puerta trasera del tractocamión. Los socorristas retiraron 46 cadáveres y 16 personas, incluidos cuatro niños, que fueron trasladados a hospitales cercanos. Posteriormente, la cifra de muertos aumentó a 53, entre ellos, 27 mexicanos.

Con información de Milenio