La cifra de muertos por las tres explosiones del domingo cerca de una mezquita chiita al sur de Damasco aumentó a 71, unos atentados reivindicados por el Estado Islámico (EI) que coinciden con las negociaciones de paz sobre Siria en Ginebra.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, pero que cuenta con una amplia red de activistas en Siria, informó que 71 personas murieron en el triple atentado, incluidos cinco niños.

Precisó que entre las víctimas figuran 42 milicianos chiitas de nacionalidad siria y extranjera que apoyan al régimen del presidente Bashar al Assad.

La agencia siria de noticias SANA reportó que un coche bomba estalló la víspera en una parada de autobuses de la zona de Ku Sudán, en el suburbio de Sayyida Zeinab, en el sur de Damasco, donde se encuentra la principal mezquita chiita de Siria.

Inmediatamente, dos kamikazes hicieron explotar los cinturones que llevaban adosados al cuerpo cuando la gente se congrega para ayudar a las víctimas de la primera explosión.

Según el OSDH, el objetivo de los atentados era un autobús militar que transportaba milicianos chiitas y que en ese momento estaba cambiando el turno de guardia.

La filial del Estado Islámico en Damasco, Wilayat Dimashq, se atribuyó los tres atentados, que además causaron más de 110 heridos y daños a vehículos e inmuebles cercanos.

Los atentados coinciden con la reunión en Ginebra de delegados del régimen sirio y de la oposición para participar en conversaciones de paz auspiciadas por las Naciones Unidas para poner un fin a cerca de cinco años de guerra.

El conflicto sirio, que inició el 15 de marzo de 2011 con una protesta contra el régimen del presidente Bashar al Assad y se convirtió en una guerra civil, ha dejado más de 260 mil muertos, al menos un millón de heridos, además unos 12 millones de desplazados y refugiados.