Tras la denuncia pública contra el bar Odisea, por presuntas agresiones del personal a un consumidor de la comunidad LGBTTTI, quien acusa que sin motivo alguno lo sacaron del lugar con sus amigos, los golpearon y recibieron amenazas del jefe de seguridad, usuarios de Facebook e incluso funcionarios exigieron a las autoridades aplicar sanciones y cerrar el establecimiento, que ha sido escenario de varios incidentes violentos en los que ha estado involucrado su personal
El lugar ha sido noticia nacional, pues el año pasado un conato de bronca en el lugar involucró a supuestos turistas. Sin embargo, desde aquellos primeros incidentes no hay clausuras o consignas legales por parte de las autoridades.
La víctima, Edgar Apolinar, aseguró que todo fue por su imagen y la de sus acompañantes, quienes en todo momento grabaron lo sucedido para luego mostrarlo como prueba, pues al ser una denuncia de los encargados del establecimiento, y aunque observaron el uso excesivo de la fuerza por parte de los elementos de seguridad, los detenidos fueron los consumidores, quienes habían pagado totalmente su consumo, según señala.
Ya el domingo, desde su casa, la víctima también resaltó que no es la primera vez que es testigo de una situación similar en dicho lugar en la zona turística de la Calle 59 del Centro Histórico, además de los antecedentes de meses y años anteriores, sino de testimonios de amigos cercanos.
La víctima y sus conocidos en Facebook desataron una serie de comentarios respecto a lo sucedido, y otros ciudadanos se sumaron relatando diversos incidentes en los que han estado involucrados los elementos de seguridad y el supuesto jefe de ellos, Eduardo Perales, quien además habría amenazó a una joven que grabó las agresiones a su acompañante por parte de los representantes del lugar.
Desde el domingo y hasta este lunes, las consignas de cierre continúan en redes sociales y la página oficial del bar ha borrado todos los mensajes donde acusan lo ocurrido, los anteriores incidentes y los comentarios negativos en su contra.