En un sorprendente giro de eventos, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) ha cerrado el negocio de cannabis de Vicente Fox, el ex-presidente de México y reconocido defensor de la legalización de esta planta. La medida, que ha generado controversia, se basa en presuntas irregularidades en el cumplimiento de los requisitos sanitarios para operar en el mercado de cannabis con fines recreativos y medicinales.

El ‘changarro’ de cannabis, denominado “Casa Vicente Fox”, se estableció en el estado de Guanajuato hace poco menos de dos años, tras la promulgación de la ley que legalizaba el uso lúdico y terapéutico de la marihuana en México. El ex-mandatario, quien desde su retiro político ha sido un fuerte promotor de la regulación de la cannabis, decidió emprender este proyecto con el objetivo de participar en un mercado emergente y en auge.

Sin embargo, tras un proceso de investigación, la COFEPRIS encontró supuestas violaciones a las normas establecidas para la comercialización de productos derivados del cannabis. Aunque no se han brindado detalles precisos sobre las irregularidades, el cierre del establecimiento ha generado reacciones encontradas entre sus seguidores y detractores.

Algunos críticos acusan que este es un acto de represalia política, puesto que Fox ha sido un férreo opositor al gobierno en turno. No obstante, las autoridades sanitarias afirman que el cierre se fundamenta únicamente en la necesidad de salvaguardar la salud pública y garantizar que todas las empresas que operan en el sector cumplan con las reglamentaciones vigentes.

El caso ha reavivado el debate sobre la legalización y regulación del cannabis en México. Mientras algunos argumentan que el cierre es un ejemplo de la falta de claridad en las políticas relacionadas con la marihuana, otros consideran que es un recordatorio de la necesidad de establecer estándares y procedimientos claros para asegurar la seguridad de los consumidores y la transparencia en el mercado.