SALGAR, Colombia.- Los habitantes del municipio colombiano de Salgar despidieron en un emotivo sepelio colectivo de 33 de las 84 víctimas fatales causadas por una avalancha que en el amanecer del lunes arrasó casas con familias enteras.
Los 33 féretros habían llegado desde la ciudad de Medellín hacia las 3:30 de la tarde hora local y fueron instalados en la plaza principal del pueblo. Apenas los carros mortuorios empezaron a recorrer las calles del lugar empezaron a sonar los pitos y las campanas de la iglesia.
La ceremonia religiosa estuvo encabezada por monseñor Noel Antonio Londoño, obispo del municipio de Jericó, cercano a Salgar.
Durante los más de 60 minutos que duró la misa, un gran número de personas no paró de llorar y apenas monseñor Londoño dijo “podéis ir en paz”, esa misma gente se aferró a los féretros como para evitar que se llevaran a sus seres queridos hacia el cementerio municipal, su última morada.
El canal de televisión local Cable Noticias mostró a un grupo de obreros en el cementerio, a unas cinco cuadras de la plaza, metiendo los ataúdes en bóvedas.
A través de su secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, el papa Francisco se solidarizó con Colombia y con las víctimas de Salgar y ofreció “sufragios al Señor por el eterno descanso de los fallecidos”.
Salgar pertenece al departamento de Antioquia y está ubicado a 265 kilómetros al noroeste de Bogotá. En las primeras horas del lunes, la quebrada La Liboriana se desbordó y se llevó consigo a familias enteras.
El presidente Juan Manuel Santos prometió reconstruir las viviendas perdidas y proporcionar refugio y asistencia a los afectados.
La accidentada orografía de Colombia, en una zona con actividad sísmica en el extremo norte de los Andes, combinada con la mala calidad de las construcciones, hace del país uno de los más propensos a los desastres en Latinoamérica.
Más de 150 catástrofes lo han sacudido en los últimos 40 años, las cuales han cobrado más de 32 mil vidas y afectado a más de 12 millones de personas, según el Banco Interamericano de Desarrollo.