Ecuador se encuentra inmerso en un “conflicto armado interno” debido a la creciente violencia generada por el narcotráfico. El país, que solía ser conocido como un paraíso de paz en Sudamérica, ahora enfrenta una situación crítica con una tasa de homicidios de 46 por cada 100 mil habitantes en 2023, la más alta en su historia.
El presidente Daniel Noboa, quien asumió el cargo en noviembre, ha dirigido sus esfuerzos hacia 22 estructuras vinculadas al tráfico de drogas, destacando a Los Choneros, Lobos y Tiguerones como las principales. Estas organizaciones mantienen alianzas con cárteles extranjeros, como el Cartel de Sinaloa mexicano, coordinando operaciones desde cárceles con la complicidad de algunos guardias penitenciarios, especialmente en Guayaquil.
El hacinamiento en las cárceles es un problema crítico, con un 21.3% de sobrepoblación, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Los enfrentamientos entre bandas dentro de las prisiones han resultado en masacres, con más de 460 presos muertos desde 2021.
La violencia ha aumentado significativamente desde el gobierno de Guillermo Lasso (2021-2023), caracterizado por ataques con coches bomba, balaceras y secuestros en las principales ciudades. Cada intento de intimidar a la población fue respondido por Lasso con estados de excepción, operativos militares y toques de queda.
El actual presidente, Daniel Noboa, ha anunciado medidas más severas, incluida la construcción de cárceles de máxima seguridad en buques y selvas aisladas, fortalecimiento de la inteligencia y control de fronteras con drones y radares. Este plan, conocido como “Plan Fénix”, fue seguido por la fuga de un líder criminal y un inicio caótico en 2024.
Noboa ha declarado al país en “conflicto armado interno” y ha otorgado estatus beligerante a las bandas, permitiendo a las Fuerzas Armadas ejecutar operaciones bajo el derecho internacional humanitario. Se espera que enfrente la situación con una estrategia de mano dura, contando con una fuerza de alrededor de 60 mil soldados, casi equivalente al número de agentes de policía.
El presidente Daniel Noboa, quien asumió el cargo en noviembre, ha dirigido sus esfuerzos hacia 22 estructuras vinculadas al tráfico de drogas, destacando a Los Choneros, Lobos y Tiguerones como las principales.
