La teatralidad que rodea la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera distrae de los verdaderos males que aquejan a México, publica The New York Times.

“La teatralidad [sobre la captura de Guzmán Loera] también distrae de los problemas reales y persistentes de la Nación. Los analistas se preguntan por qué, si el gobierno pudo cazar a ‘El Chapo’, no pudo encontrar a los 43 estudiantes que desaparecieron de un colegio de profesores en el estado de Guerrero. ¿O por qué no puede detener la caída del peso frente al dólar, de casi un 20 por ciento en el último año”, dice el reconocido medio estadounidense.

El periodista Azam Ahmed reseña en el diario neoyorquino cómo la fijación en torno a lo que representa Guzmán Loera “es una batalla constante entre la tragedia y la farsa”.

The New York Times dice que a la par de que el Gobierno de México dio a conocer la captura “llegó el circo” con la revelación de que él capo concedió una entrevista al actor Sean Penn y planeó una película sobre su vida.

“Todo eso ha sido material para las portadas de todo el país. Y la compleja mezcla de alegría, incredulidad y decepción que esto ha generado es un reflejo de las divisiones entre los propios mexicanos”, dice.

El medio destaca que muchos mexicanos parecen tomar el tema como parte de una para el cinismo permanente hacia el gobierno y su capacidad para luchar contra los narcotraficantes “que con demasiada frecuencia parecen no sólo por encima de la Ley, sino que también superan a la ficción”.

“La desesperación encontró su salida en el humor. Las redes sociales zumbaban con chistes sobre la captura y la entrevista, incluyendo un hashtag despectivo utilizando el nombre del señor Penn en español”, reseña el medio.

Dice que no obstante, existe un apoyo generalizado sobre la extradición Guzmán Loera a Estados Unidos, “en un reconocimiento de la continua preocupación por la corrupción y la debilidad gubernamental”.

El historiador Enrique Krauze dijo a The New York Times que “el punto principal es que tenemos un inmenso problema con las drogas y el crimen en México, con impunidad y con la falta del Estado de Derecho en el sistema penal.”

“Lo cosa fundamental es, aquí está El Chapo, pero ¿qué pasa con los otros protagonistas de la impunidad de México y la violencia, los políticos y las fuerzas de policía que durante décadas han sido sus aliados y socios?”, dijo Krauze.

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El diario norteamericano menciona que el gobierno de México ha tenido problemas para imponerse a “la ola fascinación” y  a “el caos que se produjo después de la noticia de la detención del señor Guzmán”.

Refiere que informes contradictorios, acerca de quién sabía qué y cuándo, y qué inteligencia llevó a la redada que llevó el señor Guzmán, han surgido.

En cuanto a la entrevista realizada por el actor Sean Penn dice que “provocó resentimientos entre los que recordaron demasiado bien cuántos periodistas mexicanos han muerto cubriendo la guerra contra las drogas”.

“Para algunos, el reporte del señor Penn se siente menos como periodismo que como una creación de mitos, una extensión de la maquinaria de Hollywood que el señor Guzmán parecía ansioso de aprovechar”, dice el medio.

Detalla que tanto la captura y la publicación de la entrevista han alimentado la imagen internacional persistente sobre México “como una nación irremediablemente atrapada en las mareas de una guerra contra las drogas”.

The New York Times dice que por más que a muchos les gustaría dar la espalda a ‘El Chapo’ y lo que él representa, no pueden. “Muchos todavía lo encuentran irresistible”.

“En su estado natal de Sinaloa, por ejemplo, no había una sensación de triunfo en el arresto de un hombre al que muchos vieron como un hijo nativo. Los sentimientos de choque dieron paso a preocuparse. ¿Quién vendría después? ¿La transición será violenta?”, menciona el Times.

El medio menciona que al igual que en otros lugares,  a la gente en México le encanta lo que está fuera de la Ley, “y el señor Guzmán les dio mucho que amar. [Aunque] también le dio a México mucho que temer”.

“En respuesta a esto, muchos mexicanos parecen haber adoptado una forma de humor negro para ventilar sus frustraciones. Y en ninguna parte la reacción fue más evidente que en las redes sociales. A los pocos minutos de su captura, los memes de historietas comenzaron a surgir”, detalla la publicación.

Jennifer Clement, un novelista y presidente del PEN Internacional que creció en México, dijo al diario que no se puede describir México sin describir este humor fatalista. “Si usted puede reírse de lo que duele, no duele tanto”, dijo.

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NO ACABA LA VIOLENCIA

El Presidente Enrique Peña Nieto y su Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, “merecen un momento de celebración” tras la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán ocurrida el viernes pasado en Los Mochis, Sinaloa, publicó este fin de semana The Economist.

“Pero con el señor Guzmán de nuevo tras las rejas, presumiblemente de forma segura esta vez, ellos aún deben seguir adelante con la lucha en contra de la falta del Estado de Derecho. No hacerlo sería verdaderamente imperdonable”, dice la reconocida revista británica en el artículo “El hombre más buscado de México es capturado, otra vez”.

The Economist dice que la nueva detención Guzmán Loera no mejorará la situación de inseguridad en México. Menciona que la influencia que tiene el Cártel de Sinaloa puede disminuir con su jefe tras las rejas, lo que abriría oportunidades para grupos más peligrosos.

Alejandro Schtulmann de EMPRA, una consultora de riesgo político, dijo al semanario que es probable que se abran oportunidades para los grupos más peligrosos, como los Zetas y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, que hacen su dinero en gran parte de la extorsión y el secuestro.

Schtulmann comentó que “El Chapo” es “una obsesión americana”, sin embargo dijo que la prioridad para las autoridades mexicanas “deben ser los grupos que aterrorizan a la gente del lugar”.

The Economist dice que la recaptura de Joaquín Guzmán Loera “pone fin a uno de los episodios más dolorosos de la Presidencia del señor Peña, que ahora está empezando su cuarto año”.

El semanario dice que ahora Peña Nieto se enfrenta a la cuestión delicada de lo que debe hacer “con el escurridizo señor Guzmán”.

“Por ahora, el fugitivo ha sido devuelto a la prisión de la que se escapó la última vez. Se especula que será extraditado a los Estados Unidos, cuya agentes antidrogas están ansiosos por escuchar qué [información de] inteligencia tiene que impartir”.

La revista británica recuerda que “El Chapo” es buscado en Arizona, California, Texas, Illinois, Nueva York y Florida.

Dice que aunque la administración de Peña Nieto se había resistido inicialmente a la extradición de criminales, después de la fuga de “El Chapo” envió a varios para enfrentar a la justicia estadounidense, incluyendo a Edgar “La Barbie” Valdez Villarreal, quien se declaró culpable de cargos de narcotráfico este mes.

Una de las primera imágenes que circuló de "El Chapo", luego de su captura en Los Mochis, Sinaloa. Foto: Cuartoscuro

Una de las primera imágenes que circuló de “El Chapo”, luego de su captura en Los Mochis, Sinaloa. Foto: Cuartoscuro

INICIA PROCESO DE EXTRADICIÓN

El narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán fue notificado el domingo de dos órdenes de detención en su contra para ser procesado en Estados Unidos, con lo cual se inicia el proceso de extradición del capo al vecino país del norte, que para algunos podría durar al menos varios meses.

La Procuraduría General de la República señaló el domingo en un comunicado que agentes mexicanos adscritos a la Interpol informaron al capo de su detención con fines de extradición en el penal de máxima seguridad del Altiplano, donde Guzmán está recluido y el mismo del que se fugó en 2015.

La defensa tendrá tres días para presentar alegatos en contra de su eventual envío a Estados Unidos y luego 20 días para probarlos, más allá de la serie de otras alegaciones en las que ya trabaja.

El poderoso cártel de Sinaloa de Guzmán pasa de contrabando enormes cargamentos de cocaína y marihuana, además de fabricar y transportar metanfetaminas y heroína, sobre todo a Estados Unidos. Varios estados de Estados Unidos tienen órdenes de búsqueda contra él y su huida del 11 de julio —la segunda de una prisión de máxima seguridad— afectó a las relaciones entre los dos países.

Funcionarios mexicanos han dicho que el proceso puede durar por lo menos varios meses. El abogado de Guzmán, Juan Pablo Badillo, declaró el sábado al diario Milenio que ya había presentado seis recursos.

Un funcionario federal que solicitó el anonimato dijo el sábado a The Associated Press que lo más rápido que podría Guzmán ser extraditado serían seis meses, pero que es improbable por las apelaciones.

Badillo ha dicho que su cliente no debería ser extraditado a Estados Unidos porque México debe respetar “la soberanía nacional” y la autoridad de sus instituciones de justicia.

La disposición de México a extraditar al capo es un cambio radical de la posición que mantuvo tras su anterior captura en 2014.

Guzmán fue detenido el viernes en Los Mochis, una localidad del estado norteño de Sinaloa, casi seis meses después de su fuga del Altiplano a través de un túnel de 1,5 kilómetros (una milla) que llegó hasta el baño de su celda.

El fugitivo fue capturado después de que huyó de un tiroteo entre hombres armados y marinos mexicanos en una casa de Los Mochis.

“El Chapo”, una figura legendaria que pasó de ser el hijo de agricultores al narcotraficante más poderoso del mundo, se fugó en julio por segunda vez de una prisión de máxima seguridad.

Mientras estuvo prófugo, sin embargo, buscó promover una película biográfica, según dijeron autoridades tras su detención. Incluso concedió una entrevista en la zona serrana donde se escondía al actor estadounidense Sean Penn, quien escribió un artículo para la revista Rolling Stone.

Las autoridades mexicanas aseguran que los contactos que Penn sostuvo con Guzmán les ayudaron a rastrear al fugitivo y montar una operación inicial para capturarlo, aunque logró escaparse en esa ocasión.

El artículo de Penn sobre Guzmán fue publicado el sábado por la revista Rolling Stone, un día después de que efectivos de la Marina de México lo capturaran.

Penn relató sus minuciosas medidas de seguridad, pero también señaló que cuando viajaba el 2 de octubre en avión a México “no vi ojos espías, aunque supongo que estaban ahí”.

Kate del Castillo, en agosto de 2015. Foto: Cuartoscuro

Kate del Castillo, en agosto de 2015. Foto: Cuartoscuro

Al parecer estaba en lo correcto.

Un funcionario de una agencia policial federal de México, que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a hacer declaraciones sobre el asunto, dijo a The Associated Press que la entrevista de Penn condujo a las autoridades hasta el lugar donde se encontraba Guzmán en Tamazula, una región rural del estado de Durango.

La policía cateó el escondite remoto de Guzmán días después de la entrevista y estuvo a punto de capturar al jefe narcotraficante, cuya fuga de la principal prisión de máxima seguridad de México había puesto en vergüenza al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, debido a lo cual la detención de “El Chapo” se convirtió en una prioridad nacional.

Al describir la captura, la procuradora general de la república, Arely Gómez, dijo que los contactos documentados que sostuvieron los abogados del jefe narcotraficante con “actores y productores” que —dijo— estaban interesados en hacer una película sobre la vida del capo también contribuyeron a que los investigadores ubicaran a Guzmán, aunque la funcionaria se abstuvo de señalarlos por su nombre.

Dos meses después de que estuvieran a punto de detenerlo, efectivos de la Marina finalmente lo capturaron en un sector residencial de Los Mochis, donde vigilaban una presunta casa de seguridad. Cinco personas murieron en un tiroteo cuando los efectivos militares ingresaron en el lugar.

En la entrevista, Guzmán defiende su trabajo como líder de la red de narcotráfico más grande del mundo, a la que se le atribuyen miles de asesinatos. Cuando se le pregunta si es responsable de las altas tasas de drogadicción, responde: “No, eso es falso. El día que yo no exista, no va a mermar lo que es nada el tráfico de drogas”.

Penn escribió que Guzmán estaba interesado en que filmaran una película sobre su vida y quería que participara en el proyecto la actriz mexicana Kate del Castillo, quien ha interpretado a una traficante de drogas en una serie de televisión.

“Le interesaba ver la historia de su vida contada en el cine, pero sólo confiaría en Kate para contarla”, afirmó el actor, que aparece estrechando la mano de Guzmán en una foto incluida en la entrevista.

Los representantes de Penn no hicieron declaraciones por el momento sobre lo dicho por las autoridades mexicanas.

Fuente: SinEmbargo.mx