Estados como Veracruz, Chihuahua y el Estado de México han tenido que recurrir a créditos rápidos con el sistema bancario para cubrir gasto corriente de operación que antes resolvían con recursos centrales.
Los créditos de corto plazo, generalmente a un año, que se usan para cubrir gasto corriente de operación y que no requieren aprobación del Congreso.
En 2019, los Gobiernos estatales contrataron 32 mil 359 millones de pesos de deuda de corto plazo, 8.5 veces más que los 3 mil 413 millones de pesos de 2018, según datos de la Secretaría de Hacienda.
El estado que más créditos de corto plazo contrató fue Veracruz, por un monto de 4 mil 500 millones de pesos. En segundo puesto está Chihuahua, con 3 mil 600 millones de pesos, y en tercero el Estado de México, con 3 mil millones.
Los ingresos propios de los Gobiernos estatales no han sido suficientes para compensar las menores transferencias federales.