Hace un par de mes en el sur de Yucatán, el precio de la carne de cerdo que es surtido por la empresa k’eken, subió entre 80 a 90 pesos el kilo y ayer se vendió entre 68 a 75 pesos; el pollo llegó entre 44 y 48 pesos el kilo y ahora en varios expendios se vende entre 43 pesos y lo mismo sucedió con la carne de la res.
Curiosamente a15 días de distancia, las empresas que surten estos productos en el caso de Peto, los precios bajaron misteriosamente y que aparentan beneficiar al consumidor.
El maíz cuyo bulto costaba a 210 pesos en el mes de enero de este año, ahora cuesta $240 pesos, lo que significó in incremento superior al 12%; para el mismo mes , el tanque del gas butano costaba $273 y ahora en el mes de octubre cuesta $295 pesos, incrementando en más del 7%.
Lo anterior bosqueja altibajos en el costo de algunos productos, pero el maíz, como uno de los productos de mayor consumo, sus costos continúan ascendiendo y luego es el “combustible” mayor en las familias mayas, ya que de estos granos depende la crianza de los animales de traspatio y de la alimentación de la gente.
En esta región hasta hace más de 50 años, la gente no se alarmaba tanto ante la subida de los precios, porque la gente no sólo hacía sus milpas y se obtenían las cosechas, sino que sus animales consumían productos que se obtenían del mismo solar. Ahora, a diferencia de esos años a la fecha, la economía familiar depende mucho del exterior, tal cuando se informa de que el dólar ya trepó a $17 pesos, todos saben que lo mismo sucederá con el precio de los productos.
-Tengo miedo de cambiar este billete de 100 pesos, porque con solo comprar algunas cosas, no te alcanza para nada, luego que a mi esposo gana 50 pesos en su trabajo, en realidad tengo que ver cómo en darle de comer a los chamacos y que vayan a la escuela, señaló una madre de familia al compartir la situación en que viven.
“Hay días que les doy frijol k’abax y ellos le meten cebollina y limón para darle sabor. En otros días les doy chaya pero sin huevo, porque ni para eso nos alcanza, a crío mis animales pero igual me salen caro tenerlos y no como de antes mi papá tenía suficiente maíz y eso no es problema, pero ahora mi esposo que no hace milpa y luego casi no tengo traspatio, pues no hay lugar para nada”
-En realidad no sé cómo pasan los días, tal vez porque estoy entretenida pensando en cómo alimentar a mi familia, y ahora pues no solo dificulta tener los animales, te los roban –señaló con tristeza nuestra informante-.
“Inviertes dinero y tu tiempo para criar tus animales, sin contar que ahora hay muchas enfermedades que padecen los animales , en realidad para tener de 3 a 4, se te mueren más de la mitad, pues si uno hace cuentas, pues como que desespera la situación en que vivimos, prácticamente solo estamos trabajando para mal comer” destacó.
-Con todo lo que está pasando ahora, donde te mal pagan, mal comes , llega el momento en que uno termina diciendo a sus hijos, quiero que estudien, pero no alcanza para eso, mejor hay que trabajar para que nos ayuden, dijo en lengua maya y con la voz entrecortada nuestra entrevistada.
Con estas entrevistas nos bosquejan la situación que pasan las familias que viven en las comunidades mayas sureñas y ahora con el Chikungunya y las malas cosechas que habrá debido a la intensa sequía que prevaleció en la zona, pues se complica más la situación y de las perspectivas de futuro.
Por Bernardo Caamal Itzá