Río de Janeiro, Brasil.- Se han logrado varios avances clave en el camino hacia la implantación de nuevas neuronas, generadas a partir de células madre, como tratamiento para combatir la enfermedad de Parkinson.

El mal de Parkinson, que afecta a unos 10 millones de personas en el mundo, está causado por una reducción de la cantidad de neuronas productoras de dopamina en el cerebro. Los tratamientos actuales incluyen medicamentos e implantes eléctricos en el cerebro que ocasionan serios efectos adversos con el paso del tiempo y que no consiguen detener por completo el progreso de la enfermedad. Varios estudios han indicado que el trasplante de células madre embrionarias mejora las funciones motoras en modelos animales. Sin embargo, hasta ahora, el procedimiento ha demostrado ser poco seguro, debido al riesgo de aparición de tumores tras el trasplante.

Para afrontar este problema, unos investigadores del Instituto D’Or para la Investigación y la Educación, y de la Universidad Federal de Río de Janeiro, ambas entidades en Brasil, probaron por vez primera la estrategia de pretratar células madre embrionarias no diferenciadas de ratón con un fármaco aprobado por la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el tratamiento del cáncer de estómago. La sustancia, conocida como mitomicina C, bloquea la replicación del ADN y evita que las células se multipliquen sin control.

El equipo de Stevens Rehen ha conseguido hacer crecer neuronas productoras de dopamina, derivadas de células madre embrionarias, que permanecieron sanas y funcionales durante hasta 15 meses después de su implantación en ratones, restaurando funciones motoras, y sin formar tumores.

Los ratones de los experimentos fueron separados en tres grupos. El primero, el grupo de control, no recibió el implante de células madre. El segundo recibió el implante de células madre que no fueron tratadas con mitomicina C, y el tercero recibió las células tratadas con mitomicina C.

Después de inyectar 50.000 células madre no tratadas, los animales del segundo grupo mostraron una mejora en las funciones motoras pero todos murieron entre 3 y 7 semanas más tarde. Estos animales desarrollaron asimismo tumores intracerebrales. En cambio, los animales que recibieron las células madre tratadas mostraron una mejora en los síntomas del mal de Parkinson y sobrevivieron hasta el final del período de observación de 12 semanas tras el trasplante, sin que se detectaran tumores. Cuatro de estos ratones fueron monitorizados durante hasta 15 meses sin detectarse en ellos señal alguna de patología.

Además, los científicos también comprobaron que tratar las células madre con mitomicina C indujo un incremento de cuatro veces en la liberación de dopamina después de la diferenciación in vitro.

A juzgar por los resultados de la investigación, esta sencilla estrategia de exponer brevemente células madre pluripotentes inducidas al fármaco anticáncer volvió más seguro el trasplante, eliminando el riesgo de la formación de tumores.

Fuente: Noticias de la Ciencia y Tecnología