El 22 de noviembre de 2020, la rodilla de Joe Burrow hizo crac luego de que la defensa rival se le echara encima y uno de ellos terminó con todo su peso en la rodilla del mejor jugador del torneo universitario.

Una lesión que se pensaba cambiaría el rumbo de su carrera, pues se rompió el ligamento cruzado anterior, el colateral interno, parte del cruzado posterior y parte del menisco.

15 meses después de estar a casi nada de decir adiós a su carrera en la NFL y tras una recuperación física y psicológica, Joe disputará su primer Super Bowl.

El quarterback de segundo año, ha cumplido con las expectativas más ambiciosas de Cincinnati .

Acumuló 4.611 yardas por aire y 34 pases de anotación en la temporada regular. El jueves, la AP le otorgó el premio al Regreso del Año.

 

 

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Joe Burrow está a una victoria de unirse a un diminuto club de jugadores que han logrado tres de los reconocimientos más sobresalientes que puede obtener alguien que practica futbol americano, el Trofeo Heisman, el campeonato nacional colegial y un Super Bowl.

Solo Marcus Allen y Reggie Bush, ambos egresados de USC, Tony Dorsett con Pittsburgh y Charles Woodson con Michigan lo consiguieron con anterioridad.

Jow a su éxito le suma que comienza a ser un ícono de la moda, y así lo demuestra con su espectacular llegada al SoFi Stadium, dónde se se jugará el Super Bowl LVI.