Las aguas de la laguna La Salina, ubicada en la comunidad de Escobilla, en la región Costa de Oaxaca, se tiñeron de color rosa, un fenómeno que no se había registrado desde hace 60 años.
Según las autoridades locales y los mismos pobladores de esta localidad, perteneciente al municipio de Santa María Tonameca y considerada un santuario para la conservación de tortugas marinas, en la laguna se extraía anteriormente la sal, por lo que este cuerpo de agua se denominó La Salina, y en el fondo o lecho está la concentración de sal, causa a la que ahora se atribuye el extraño color que han adoptado sus aguas.
Los lugareños explican que el fenómeno comenzó a observarse en la laguna desde hace una semana y ante la falta de un dictamen oficial de parte de instancias ambientales y especialistas de la vida silvestre, los pobladores consideran que a esta nueva coloración contribuye la falta de oxigenación de la laguna, por el cierre de la bocabarra que la comunicaba con el mar abierto, a lo que se suma la falta de lluvia.
Para los habitantes de La Escobilla, la coloración rosa en la laguna La Salina, lejos de ser un atractivo para los visitantes, es un motivo de alarma.
“La laguna nunca se ponía así, era un agua muy limpia, tenía pescado, tenía camarón, aquí era una laguna que nosotros nos manteníamos, de todos los productos que tenía la laguna nosotros lo pescábamos, ahorita quién cree que se va a meter a pescar”, comentó Josefina López, habitante de La Escobilla.
Según las autoridades ambientales, una solución es abrir la bocabarra para que ingrese el agua del mar y con ello la oxigenación de la laguna alcance niveles normales o la otra, esperar hasta la llegada de las primeras lluvias, que provocarían el mismo efecto.