CIUDAD DE MÉXICO.-  Siempre pensaron en remontar. Iban abajo en el marcador global, pero la actitud de los Gallos fue sobresaliente y sellaron su pase a la final del Clausura 2015 de forma contundente al liquidar al Pachuca 2-0. El empate global (2-2) se saldó a favor del Querétaro gracias a su mejor posición en la tabla.

Llega el Querétaro por primera vez a una final en su historia dejando atrás el idilio de 2011, cuando en semifinales se acabó la ilusión. La época que vive el Querétaro es distinta, labrada desde un renovado proyecto que ha dado satisfacciones deportivas hasta  la seguridad de tener en el banquillo a Víctor Manuel Vucetich, el técnico más efectivo en  finales.

Este equipo queretano puso el corazón por delante y por encima de todo. Sobrepuestos al escrupuloso tema de Ronaldinho, que no vio actividad en el partido, el sistema no se desbalanceó gracias al aporte del juvenil Jaime Gómez.

Pero lo cierto es que nadie desentonó en un primer tiempo poético, en el que la portería de Óscar Pérez fue el blanco para todos los dardos de Gallos.

La afición entendió su papel y apoyó en todo momento, viendo cómo entraban los centros al área del Pachuca como puñaladas. Los Gallos eran más veloces y estéticos, virtuosos en el toque de primera instancia y más habilidosos. Ángel Sepúlveda prendió motores y dejó varado a Aquivaldo Mosquera hasta internarse en el área y fusilar a Pérez.

Entonces la lluvia arreció con fuerza magnánima y puso a correr más al balón. La rapidez fue aliada del Querétaro, que seguía siendo mejor, por lo que, arrancando el segundo tiempo, un pase letal de Danilinho dejó solo a Jonathan Bornstein para dar el pase de los Gallos a la final.

El agobio restante no fue tan intenso. Muchos centros del Pachuca hacía la nada. Lo que estaba lleno de felicidad era el Estadio Corregidora.