Con la intención de evitar y controlar cualquier tipo de enfermedad o accidente ante la proximidad de la temporada de invierno en la entidad, la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) dio a conocer una serie de acciones preventivas, recomendaciones y cuidados para todas las familias yucatecas.
Se están emprendiendo estrategias como la capacitación del personal y la intensificación de campañas de prevención, además de garantizar el abasto de medicamentos, la vacunación contra la influenza y el neumococo, y la coordinación con los sistemas de Protección Civil en los tres niveles de gobierno, señaló la jefa del Departamento de Vigilancia Epidemiológica de la dependencia, Marbella Perera Rivero, en rueda de prensa.
Los esquemas de vacunación, añadió, son principalmente dirigidos a niñas y niños entre los seis meses y los cinco años, adultos mayores de 60, trabajadores del sector salud, mujeres embarazadas, individuos inmunosuprimidos y aquellos con afectaciones crónicas, cardiovasculares y pulmonares, como asma, enfermedad fibroquística, enfisema, diabetes y obesidad mórbida.
Por su parte, la responsable del Programa de Vigilancia para Temperaturas Extremas de la institución, Gladys Anahí Pech Núñez, aseveró que la finalidad de estas medidas es reducir las muertes por neumonías durante los meses más fríos del año; la morbilidad y mortalidad, asociadas a las intoxicaciones por humo o gases, y percances por prácticas domésticas de calefacción.
Exhortó a la población a estar preparada ante estas condiciones climáticas y a tomar en cuenta las recomendaciones para evitar situaciones como quemaduras o intoxicaciones. Reveló que, hasta la semana 43, se habían presentado 416 mil 914 casos acumulados de infecciones respiratorias agudas (IRA), que comparadas con el año anterior, muestran una disminución del 6.6 por ciento.
Las medidas consisten en mantener abrigados a los menores de edad y a los mayores de 60 años, y vigilar su nutrición; continuar la lactancia materna exclusiva durante los primeros cuatro a seis meses de vida, y apegarse al esquema nacional de vacunación contra sarampión, tos ferina, difteria e infecciones como la influenza y el neumococo.
Se recomienda evitar fumar y quemar leña en lugares cerrados o cerca de niños, la exposición a cambios bruscos de temperatura, el contacto con personas que padecen enfermedades respiratorias y frecuentar lugares concurridos.
También, consumir abundantes líquidos, frutas y verduras amarillos o anaranjados, ricos en vitaminas A y C; lavarse las manos constantemente con agua y jabón; cubrirse la nariz o boca al toser y estornudar, y mantener limpio el entorno, incluyendo prendas de vestir y utensilios de uso común. A las madres de familia o responsables de los niños, se les invita a capacitarse constantemente en la identificación de los síntomas de infecciones respiratorias.
En el hogar, es recomendable revisar el funcionamiento de los sistemas de calefacción, braceros o calentadores; vigilar instalaciones eléctricas que podrían generar incendios; evitar que menores y adultos mayores manipulen líquidos calientes; cubrirse boca y nariz para no respirar el aire frío, y no automedicarse sino acudir a la Unidad de Salud más cercana.
En el caso de la vacunación contra la influenza, está contraindicada en pacientes con antecedentes de anafilaxia al huevo, de reacciones alérgicas a la vacuna o del síndrome de Guillain Barré.