La “oniomanía” es el síndrome del comprador,generalmente carece de una planeación de su presupuesto terminando endeudado.

El uso indiscriminado de tarjetas de crédito y el pago a meses sin intereses son algunos de los síntomas de las compras en exceso al dejarse llevar por el consumo, los estímulos y el deseo irracional, reveló una investigación de la Agencia Informativa de la Universidad de Monterrey (UDEM).

La directora del Programa de Psicología en la UDEM, Evangelina Reyes Peña, explicó que la oniomanía es el síndrome del comprador compulsivo, que implica sufrir estados de ansiedad y angustia en el preciso instante que se realiza la compra.

El síndrome,puede tener efectos físicos, pues provoca dificultad para respirar, mareos, sudoración, y ataques de ansiedad si la persona no consigue lo que desea, y esto causa problemas familiares, deudas y depresiones.

“La oniomanía afecta tanto a hombres como mujeres entre los 30 y 40 años que tienen baja autoestima, personalidad impulsiva e incluso problemas de ansiedad o depresión”, subrayó la especialista.

Puntualizó que “los adictos a las compras están inmersos en un mundo irreal, pues olvidan las consecuencias que puede causar la oniomanía. No les interesa sacrificar sus necesidades básicas y mucho menos las de los demás”.

Por su parte, la psicóloga y psicoanalista, Silvia Tamez Peña, comentó que ante cualquier conducta que produce placer, el cerebro suelta sustancias de tipo dopamina y endorfinas convirtiéndo en adictiva esta práctica.

“Una adicción es cualquier conducta humana que se realiza de manera repetida y que produce una sensación de placer y cuando se deja de hacer causa un síndrome de abstinencia”, dijo.

Expresó que “la persona se empieza a afectar de diferentes maneras, sentimientos negativos, niveles de funcionamiento en todas las áreas disminuyen porque se empieza a dar importancia a este tipo de conductas”.

Tamez Peña sostuvo que “lo que nos ayuda a entender el problema de las compras compulsivas a nivel cerebral, es cuando empezamos a identificar el problema como una situación asociada al conflicto de control impulsos.

Una vez que alguien cae en el problema de las adicciones es porque nuestro cerebro está configurado para responder ante el placer y el dolor; es así como buscamos el placer y tratamos de evitar el dolor, añadió.

A su vez, Emma Garza Alanís, directora del Programa en Mercadotecnia Internacional de UDEM, señaló que el cliente desea tener cierta moda que está trascendiendo en la actualidad.

“Muchas veces es cuestión psicológica el desear tener lo que otros tienen, de tal manera que te haga sentir mejor, y las personas compran lo que quieran comprar, no lo que les venden”, dijo.

Por eso dichos expertos recomiendan hacer compras inteligentes, evaluando y comparando para evitar hacerlas bajo el influjo de una emoción.