Para poder rendir en un largo día de trabajo o escuela, la mayoría de las personas recurriría a una o varias tazas de café para obtener energía extra. Sin embargo, cerrar los ojos por sólo unos minutos durante el día puede hacer más por nuestra salud física, mental y emocional de lo que pensarías.

Contrario a la creencia popular, la siesta perfecta no necesita ser larga, sin embargo, es muy importante que sea consistente, rápida y en ambientes oscuros. Recientemente un estudio concluyó que una siesta de 10 a 20 minutos es ideal para aumentar tu concentración y productividad.

Los investigadores han descubierto que una siesta de 10 minutos produce mejoras inmediatas en el estado latente del sueño, somnolencia, fatiga, vigor y desempeño cognitivo.

Aunque puede parecer tentador realizar una siesta más larga es necesario saber que una siesta de 30 minutos puede derivar en la inercia del sueño, es decir sentirse desorientado y débil al despertar.