La verdolaga crece en muchas partes del mundo. Se la puede ver florecer en época cálida, tanto en huertos como en campos, o bien al borde de los caminos. Se cultiva fácilmente, incluso en macetas en casa.
Además de una hierba medicinal conocida desde la antigüedad, la verdolaga es un superalimento que tiene muchos usos. Algunos la consideran una “mala hierba” y esto conduce a la ignorancia de sus vastas propiedades medicinales. Se la puede encontrar en los mercados de ciertos países como verdura, aunque no es lo más común.
A continuación, se enumeran algunas características y propiedades de este superalimento.
La verdolaga es una de las verduras más ricas en omega-3 que se conocen: una taza de verdolaga fresca puede contener hasta 400 miligramos de este ácido graso esencial. Además, aporta gran variedad de otros nutrientes, entre los cuales se destacan:
- – Vitaminas: vitaminas A, B1, B2, B3, C, E y hasta 7 veces más betacarotenos que la zanahoria.
- – Minerales: potasio (más que la espinaca), calcio, magnesio (es una de sus mejores fuentes vegetales), hierro, fósforo, entre otros.
- – Aminoácidos
- – Bioflavonoides como liquiritina.
- – Antioxidantes importantes como glutatión o betalaínas (contenidos en sus pigmentos).
- – Neurohormonas y neurotransmisores como dopamina y l-noradrenalina que tienen una función vasoconstrictora y antihipotensora, ayudando por ejemplo a reducir hemorragias.
Esta planta se he ha conocido durante siglos por sus virtudes medicinales, tanto por su uso interno como externo. Entre otras cualidades, su abundante mucílago ha hecho que algunos la considerasen un sedante por su poder para suavizar y calmar irritaciones de órganos internos.
Por vía interna se puede la puede tomar en diversas presentaciones. Por vía externa, se la puede utilizar machacando la planta hasta que tenga la consistencia adecuada, aplicando una compresa empapada en el jugo de la planta o en una infusión.
Sus propiedades la destacan como una planta neurofarmacológica, antibacteriana, antiescorbútica, analgésica, antifúngica, antihemorrágica, antiinflamatoria, antiparasitaria, antitusiva, antiúlcera, broncodilatadora en personas asmáticas, calmante, depurativa, diurética, con un efecto antioxidante, como estimulante uterino, como fortalecedor del sistema inmune, hepatoprotectora frente a determinados tóxicos, hipoglucémica, hipolipidémica, purificadora de la sangre, reductora de resistencia a la insulina, refrescante, relajante muscular, reguladora de la función intestinal, vermífuga, entre otras propiedades.
Uso tradicional de la verdolaga como remedio natural
La versatilidad de esta planta hace que se la pueda usar de con numerosos fines medicinales. Éstas son algunas de sus cualidades naturales y el modo de empleo para cada una:
– Analgésico: a través del jugo de la planta.
– Antihemorrágico: las sumidades floridas.
– Antiparasitario: se consume contra los oxiuros, áscaris lumbricoides y anquilostoma, entre otros. Con este fin se toma el jugo de 100 gramos de planta fresca licuada por las mañanas de 3 a 5 días.
– Artritis: incluyendo la planta en la dieta y también con aplicaciones externas.
– Colirio: aplicada con polenta en forma de cataplasma externa.
– Depurativo: por su efecto depurativo, purificador de las sangre, antiescorbútico, laxante y antibacteriano algunos estudios sugieren su utilidad en enfermedades del hígado, estomatitis, bazo, riñones, vejiga o sistema cardiovascular.
– Disentería: el jugo fresco por su acción calmante. Algunas investigaciones en China sugieren su utilidad en la disentería bacilar.
– Dientes y encías: mascar la planta para dientes sensibles o encías débiles.
– Diurético: el jugo de la planta fresca ejerce una acción diurética y calmante que se usa para suavizar problemas de la vejiga.
– Dolor de cabeza: aplicada con polenta en forma de cataplasma externa o mezclada con aceite y aplicada externamente.
– Espasmos musculares: el extracto acuoso ha demostrado calmarlos aplicado de forma externa.
– Hemorroides: cocinada o fresca como alimento.
– Heridas: se aplica la planta fresca machacada en forma de cataplasma.
– Hipertensión: por su acción diurética, abundancia en potasio y omega-3 puede ser un alimento recomendable.
– Inflamaciones en general: aplicada con polenta en forma de cataplasma externa.
– Mastitis: externamente como cataplasma de las hojas machacadas.
– Picaduras: ejerce un efecto calmante, se aplica la planta fresca machacada en forma de cataplasma.
– Piel: en diferentes problemas de piel, desde alergias, abcesos, quemaduras, dermatitis, impétigo, piel seca, etc. Se usa la planta machacada de forma externa.
– Problemas gástricos: incluida en la dieta.
– Problemas hepáticos: incluida en la dieta.
– Vitíligo: se cree que la planta podría normalizar la pigmentación cutánea. Usada de la misma forma que en problemas de piel.
¿Cómo se consume?
Son comestibles sus tallos, flores, hojas y semillas. Su sabor es suave, ligeramente acidulado, motivo por el cual también la puede conocer como “vinagrera” en algunos sitios. Puede tomarse y consumirse de muchas maneras:
– Fresca, en una ensalada o en cualquier otra presentación cruda.
– Cocinada, preferentemente al vapor o salteada.
– Como jugo, extrayéndolo de la planta fresca con una licuadora o añadiéndola a un batido. Las recomendaciones diarias en general son de un máximo de 100 gr de planta fresca licuada o de 1 a 3 cucharadas de jugo que se puede mezclar con agua o miel.
– Macerada en vinagre.
– En infusión, tanto con la planta fresca o seca. El tiempo de maceración será breve para que no pase demasiado ácido oxálico al agua.
– La planta seca, ya que aunque fresca es como conserva todas sus propiedades, también se puede secar y aprovechar para infusiones o para añadir pulverizada a sopas, ensaladas, etc.
– Como harina, ya que de sus semillas secas se puede hacer una harina a la que se le da uso en la cocina.
– Como tintura, macerada en alcohol.