El cáncer de mama no hace distinción entre la población de países desarrollados y en vías de desarrollo, aunado a que es el padecimiento que tiene mayor presencia en la vida de las mujeres en el mundo.

Fuente: Notimex/doh/Foto: Archivo Debido a su impacto, y como iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año alrededor del mundo durante octubre se realizan eventos cuya finalidad es concientizar e incentivar la autoexploración mamaria y el diagnóstico temprano.

El 19 de este mes se celebra el “Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama”, fecha en la que se promueve el uso de un listón o lazo rosa como símbolo que alude a este padecimiento.

Para subrayar la importancia de esta fecha el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), informó que en México, en 2013, este padecimiento fue la principal causa de morbilidad hospitalaria por tumores malignos en la población de 20 años y más.

En ese mismo año, refirió el organismo, el tumor maligno de mama fue la segunda causa de mortalidad por neoplasias en las mujeres de 20 años y más.

A su vez, las tasas de mortalidad por este tipo de cáncer incrementan conforme aumenta la edad, así 63 de cada 100 mil mujeres de 80 y más años fallecen por causa de este padecimiento.

El INEGI explicó que en los países de bajos ingresos ocurre la mayoría de los decesos; ello, debido a que el diagnóstico se realiza en fases avanzadas de la enfermedad.

Lo anterior, precisó el organismo, ante la falta de acceso a servicios de salud, así como a la poca sensibilización para la detección precoz.

A su vez, refiere que de acuerdo con datos de la OMS cada año se detectan 1.38 millones de casos nuevos y ocurren 458 mil muertes por esta enfermedad en el ámbito internacional.

En tanto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que para 2030 existan 596 mil casos nuevos y más de 142 mil 100 muertes en la región, principalmente en América Latina y el Caribe.

El origen del cáncer de mama es multifactorial, por lo que no se puede identificar una causa o razón única que desencadene su aparición y desarrollo posterior.

Pese a lo anterior, se detectaron una serie de factores que contribuyen al riesgo de presentarlo, entre los que destacan: el tabaquismo; una dieta rica en grasas animales y ácidos grasos trans; niveles elevados de estrógeno en la sangre y causas exógenas como la obesidad y el consumo de alcohol mayor a 15 gramos al día.

La toma de hormonas por más de cinco años, tales como los anticonceptivos orales y tratamientos de sustitución hormonal, así como la exposición prolongada a estrógenos endógenos, relacionados con el inicio temprano de la menstruación, también están entre las causas del desarrollo de esta enfermedad.

Ello, aunado a si se han tenido partos a una edad madura, así como no haber tenido hijos, o la menopausia tardía.

Así, al no haber una causa única, es fundamental la prevención mediante conductas y hábitos que podrían proteger a las mujeres de una mayor incidencia.

Entre dichos hábitos destacan dar leche materna, realizar ejercicio, llevar una dieta baja en grasas y alta en frutas y verduras, así como no consumir tabaco ni alcohol.

Además, las mujeres deben estar familiarizadas con la autoexploración, que es una técnica sencilla mediante la cual se puede detectar algún posible cambio en los senos.

Esta práctica se debe realizar de manera mensual para detectar cambios en la forma o textura de las mamas, aureola o pezón, así como el engrosamiento de la piel o masas debajo de la misma, hoyos, secreciones del pezón, piel escamosa o hinchada, signos ante los cuales se debe acudir al médico para descartar un posible tumor.

En tanto que la mastografía o mamografía es un examen que permite descubrir la enfermedad en un etapa temprana.

 

Fuente:XEU