En su calidad de testigo de honor, el Gobernador Rolando Zapata Bello presenció la firma de un convenio entre las empresas mexicana Diques Peninsulares (Dipensa) y cubana Astilleros del Caribe (Asticar), que se traducirá en la instalación de infraestructura en materia de construcción de escala mundial y reparación de embarcaciones mayores en el Puerto de Altura de Progreso.
En el marco de la 33 edición de la Feria Internacional de La Habana 2015, el mandatario destacó que el acuerdo bilateral representa un impulso histórico para la industria naval del estado, ya que a través de la alianza entre la iniciativa privada de ambos países se dará paso al establecimiento, uso y operación de un astillero y dos diques flotantes, que cubrirán las necesidades técnicas que los buques requieran para su óptima navegación.
Entre los múltiples beneficios del pacto signado por los directores Generales de ambos corporativos, Rubén Peniche Pasos por Dipensa y Manuel Duardo Menéndez por Asticar, el titular del Poder Ejecutivo resaltó la creación de alrededor de 400 empleos especializados directos, por lo que se contratará, capacitará y certificará a cientos de jóvenes yucatecos recién egresados de carreras técnicas, logrando profesionalizar el conocimiento y la mano de obra local.
Nueva apuesta a la capacitación
Zapata Bello detalló que para ello recurrirán a las casas de estudios de la entidad entre las que se encuentran la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTM), los Centros de Capacitación para el Trabajo Industrial (Cecati), y de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS), así como el Instituto Tecnológico de Mérida (ITM).
El Gobernador agregó que se calcula sumar aproximadamente mil 200 empleos indirectos entre proveedores, prestadores de servicios y subcontratos que impliquen requerimientos para los diques, contemplándose involucrar a más de 30 compañías locales.
En el tema de la capacitación, el mandatario indicó que el presente convenio promueve que la empresa Asticar, con más de 50 años de experiencia en el ramo naval, brinde la preparación adecuada y seguimiento puntual a los obreros mexicanos.
Además, dijo, aportará personal en puestos clave de producción a fin de reunir los lineamientos y certificaciones que piden las casas clasificadoras internacionales para la pronta puesta en marcha del astillero y la prestación de sus servicios.
Cuba y Yucatán
Resaltó la relevancia de la cooperación sellada entre ambas entidades del sector privado, que deja una nueva constancia de trabajo en conjunto y de hermandad con la comunidad cubana, así como el fortalecimiento de las relaciones comerciales, que permitirán el incremento de los niveles de exportación de servicios y la generación de fuentes de empleo de manera bipartita.
El proyecto, con una inversión superior a los 600 millones de pesos, estará comprendido por un astillero de reparaciones ubicado en el puerto de Progreso, que contará con un dique flotante de más de mil 500 toneladas como medio de varada para naves de hasta 70 metros de eslora y 20 metros de manga. El otro embarcadero constará de 80 metros de eslora, 32 metros de manga y mil 600 toneladas de ascensión.
El muelle tendrá una extensión de 310 metros y estará ocupado por infraestructura para talleres de maquinado, mecánica naval, acero, mantenimiento eléctrico, tuberías y válvulas.
También habrá una zona de tratamiento y conservación de cascos, una estación de inspección de balsas salvavidas y área de almacenes.
Se espera que los trabajos inicien en el recinto portuario alrededor del primer trimestre del 2016. La firma del convenio se realizó en la sala de juntas de la Feria entre Duardo Menéndez por Astilleros del Caribe y Peniche Pasos por Diques Peninsulares.
Como testigos de honor estuvieron también el viceministro de Comercio Exterior y de Inversión Extranjera de la República de Cuba, Antonio Carricarte Corona; el embajador de México en dicha nación, Juan José Bremer; el consejero comercial de ProMéxico en La Habana, Luis Cabrera Cuarón, y el jefe de la Cancillería de la Embajada mexicana en la isla, Agustín R. de la Gala.