Organizaciones civiles advirtieron hoy sobre los riesgos que supone para el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), la pretensión del gobierno federal para el desembarque de roca porfiria en el muelle de la Administración Integral (API) en Puerto Morelos, proveniente de Cuba, para los trabajos del Tramo 5 del Tren Maya, que va de Cancún a Tulum.
A ello se suman los impactos económicos, en la movilidad y en las vialidades del poblado, por el traslado diario de la roca, en 300 camiones durante un año, lo que impactará “gravemente” las actividades y calidad de vida de residentes y turistas.
Incluso, señalan que, tomando en cuenta la problemática vial que han provocado las obras de remodelación del bulevar Luis Donaldo Colosio, que van de Cancún a Puerto Morelos, incluido el entronque en vía federal, el tránsito vehicular hacia Playa del Carmen se complicará todavía más.
Ante ello, “Voces Unidas de Puerto Morelos”, “Puerto Morelos Sustentable” y “Latitud 21”, junto con el Grupo Ecologista del Mayab (GEMA) –una emblemática organización civil con más de 30 años de incidencia en la defensa de recursos naturales– solicitaron públicamente a López Obrador, abandonar la idea del desembarque en el muelle fiscal de Puerto Morelos, y realizarlo en Puerto Progreso, Yucatán.
“En nuestra opinión, descargar la roca porfiria para posteriormente triturarla y obtener el balastro para el Tren Maya en Puerto Morelos, provocará serias afectaciones a las familias de la zona norte de Quintana Roo, especialmente porque la molienda se hará en la Ruta de los Cenotes y de allí se trasladará por la vía federal a todo el trayecto de las vías del Tren Maya.