Andrés Manuel López Obrador, anda de viaje por Europa, dice que su partido político es el que está pagando los gastos; porque está recibiendo millones en prerrogativas del Instituto Nacional Electoral por los resultados de las elecciones pasadas.
El martes López Obrador estuvo en el Vaticano donde entregó una carta y una medalla al papa Francisco. Ese día declaro que “Morena recibirá alrededor de 200 millones de pesos, de los cuales 100 millones “se van a destinar para impulsar la educación en el nivel superior”.
AMLO hizo pública la carta que entregó al papa. Con este hecho, hizo evidentes sus métodos políticos y demostró que está dispuesto, incluso, a fingir un acto de fe con tal de lograr algún tipo de beneficio electoral.
Lo que hizo suena a acto de campaña y promoción, al parecer se le olvido lo del un Estado Laico que tanto ha mencionado.
Las dudas quedan: ¿los 200 millones de pesos que recibe Morena del INE, son para fines de partido o para lujos y gustos de AMLO? ¿En carácter de qué o a nombre de quién llego hasta el papa Francisco para entregarle una carta?
Lluvia de críticas
Las críticas en las redes sociales aluden a que se trata de un “saludo populista”. “Quiere quedar bien con el papa Francisco, porque él sí ha demostrado ser un innovador y tiene un lugar destacado en le plano internacional”….
“Andrés Manuel es un conservador de la política, sus posiciones expresan una visión de la izquierda que en muchos aspectos ya no corresponde a la realidad que viven muchos sectores sociales, particularmente los jóvenes”, dijo Manuel Barbosa en su columna de Milenio.
Y agregó “por el perfil religioso de nuestro país, cada visita del papa se convierte en un gran acontecimiento, un hecho relevante para una gran parte de la población. Los intentos por obtener algún beneficio personal o político de estas visitas, lejos de rendir los frutos esperados revelan el verdadero perfil e intenciones de los personajes”.
Sin duda este viaje que Morena ha sufragado a AMLO, no le cuesta nada de su bolsillo propio, pero le salió muy caro en cuanto a la imagen de sus seguidores, quienes ahora se dan cuenta cómo gasta, y cómo quiere insertarse en un escenario a costa de la próxima visita del papa Francisco a México.
AMLO lo hace como una apuesta política, el ha declarado que la religión no se debe mezclar con la política y ahora él mismo lo ha hecho; porque no fue por cuenta propia, se hizo presente como líder de un partido y sobretodo como posible candidato del 2018.
Barbosa se pregunta, al igual que muchos mexicanos:
¿De qué se trata? ¿De acercarse a la población y jerarquía católicas mexicanas? ¿De demostrar cercanía? Se trata de ganar votos.
Fuente Primera Plana