BOGOTÁ.- La hija de 11 años del director de la Unidad Nacional de Protección, Diego Fernando Mora, fue secuestrada en el noreste colombiano y las autoridades ofrecieron el viernes una recompensa de casi 100 mil dólares para quienes entreguen información que permita dar con su paradero.
La Unidad Nacional de Protección es un organismo que se encarga de prestar seguridad a todos los personajes clave de la vida nacional.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, anunció que el despacho a su cargo ofrecía hasta 250 millones de pesos (96 mil 578 dólares) para lograr la liberación de la hija de Diego Mora, jefe de esa Unidad.
La pequeña fue plagiada al caer la tarde del jueves en la ciudad de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander y a 400 kilómetros al noreste de Bogotá.
“Hemos estado en permanente contacto con Diego Mora @UNPColombia. Orden a @PoliciaColombia: hacer todo lo necesario para encontrar a su hija”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente Juan Manuel Santos.
Luego, en un acto público, el mandatario dijo que “el anhelo de todos los colombianos es que se le respete la vida a esta niña”.
“Es un hecho terrible”, agregó.
Después del mediodía la niña había salido de su colegio Santos Ángel de Cúcuta y con un conductor se dirigió a otro instituto a recibir clases de arte. Al término de esas clases se produjo el secuestro luego de que un grupo de hombres abordó el auto en que se movilizaba.
“Estamos precisamente en entrevistas con el conductor para saber exactamente qué fue lo que pasó, porque hay algunas cosas ahí que nos han llamado la atención y que seguramente podremos clarificar”, explicó el general Rodolfo Palomino director de la Policía Nacional.
“Estamos volcando todos los esfuerzos… para tenerla (a la pequeña) de vuelta a casa”, enfatizó el oficial. Dijo que puso al frente del operativo de rescate al director del Grupo Antisecuestro de la Policía, coronel Fabio López.
Por eso decenas de integrantes de la fuerza pública hacen operativos en Cúcuta para tratar de ubicar a la niña.
Adicionalmente Juan Fernando Cristo, ministro del Interior y quien es natural de Cúcuta, viajó a esa ciudad para estar al tanto de la situación. “Que este mensaje libere cadenas y llegue a todos los rincones del país. No más secuestrados”, dijo el funcionario en su cuenta de Twitter.
Naciones Unidas en un comunicado de prensa expresó que “el secuestro es una violación del derecho internacional de los derechos humanos, máxime cuando afecta el interés superior de una niña”. La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia demandó a los captores dejarla en libertad cuanto antes y preservar su vida e integridad.
El general Palomino hizo hincapié en que este secuestro ha producido en el país repudio y dolor. Por eso invitó a todos los colombianos, en especial a los habitantes de Cúcuta, para que entreguen a su entidad datos que coadyuven en la liberación.
Ni negó ni afirmó que los eventuales secuestradores se hayan comunicado con los familiares de la niña. Según dijo, “no queremos que haya información (eventualmente falsa) que distraiga la investigación”.
Antes Palomino había dicho a medios locales que la retención de la pequeña al parecer tiene fines extorsivos. “Ojalá no la pasen a la frontera” con Venezuela, había dicho en declaraciones a la emisora local La W.
En la capital colombiana, Luis González León, alto funcionario de la Fiscalía, dijo a los periodistas que sus funcionarios en Cúcuta están tomando las declaraciones de las personas que tuvieron contacto con la pequeña en las horas previas al secuestro.
En el colegio Santo Ángel, sus compañeros de quinto grado no paraban de gritar “Te queremos pronto…” y “no al secuestro”. En algún sector de la escuela, según mostró el local Canal Caracol, se instaló una foto grande de la niña y debajo la frase “estamos contigo”.
La Unidad Nacional de Protección presta actualmente seguridad a unos 7 mil colombianos, entre ministros, congresistas, sindicalistas, activistas y periodistas. Sus funcionarios en el país se unieron en una cadena de oración para pedir por la liberación de la hija del director.